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Todos en el kilómetro cero

Luis Sanz / EFE

Viernes, 20 de mayo 2011, 01:00

Elegida por los partidos más grandes para sus actos de cierre de campaña y por los "indignados" como principal foco de la protesta, Madrid se ha convertido en el "kilómetro 0" del debate político en España, que ha dado un giro insospechado en la última semana. Las "coñas" de Esperanza Aguirre, como la propia presidenta de la Comunidad de Madrid define sus comentarios, han vuelto a reflejar hasta que punto las movilizaciones están descolocando a nuestros políticos. "Estoy por convocar un campamento en la calle Ferraz -sede federal del PSOE- y que se sienten allí los 90.000 militantes del PP de Madrid, que son más que los que hay en Sol, y no se levanten hasta que se marche Zapatero", ha dicho a primera hora de la mañana en una televisión. A media mañana ha tenido que aclarar: "Yo tengo mucho sentido del humor y hago muchas coñas". Pero el caso es que sigue molesta porque los "indignados" se le hayan plantado delante de la sede del Gobierno regional como si fuera 31 de diciembre, pero sin uvas. La dirigente del PP opina que hay que llenar las urnas de votos para que se vaya Zapatero y este le contesta directamente en su mitin de cierre en Madrid: "Hemos cumplido con los compromisos, diga lo que diga Esperanza". Zapatero ha asegurado que a los socialistas les comprometen las peticiones de los que protestan, pero no les asustan, y ha insistido en que el voto es "la palanca de cambio más poderosa". No obstante, ha tirado de currículum del PSOE al afirmar que los socialistas han escrito las mejores páginas de la democracia española y, aunque hace una semana clamaba contra la abstención como el peor enemigo de su partido, hoy matizaba el discurso: "Respetemos a quien no quiere votar. No estoy de acuerdo, pero les respeto". Ahora es el PP el que parece más inquieto. Quién les iba a decir hace una semana que tendrían que preocuparse de la abstención, confiados como siempre han estado en este partido en la fidelidad de sus votantes. "Las encuestas no votan, vota la gente", ha dicho Rajoy en Guadalajara, ciudad en la que el PP ha cambiado a última hora el escenario del mitin para evitar un posible sabotaje y en la que confían cimentar su victoria electoral en Castilla-La Mancha. Desde allí, donde se ha conjurado con María Dolores de Cospedal para "hacer historia con mayúsculas", ha viajado a Madrid para el cierre oficial de la campaña y repetir que el voto es "el derecho político más sagrado". Izquierda Unida se ha erigido en las últimas horas en representante legal del Movimiento 15-M y sus servicios jurídicos no paran de presentar recursos ante toda instancia jurisdiccional que se les ocurre. La cosa ha llegado al Tribunal Supremo y también al Tribunal Constitucional, aunque en este último caso de la mano del recurso de un señor de Murcia, abogado, eso sí. Ambos tribunales se han reunido, pero han concluido que la cosa no iba con ellos. El caso es que los líderes de IU ya no se cortan y se han puesto decididamente al frente de las movilizaciones, aunque los portavoces de los "indignados" no les reconozcan ese liderazgo. Para Cayo Lara ha acabado el tiempo de las renuncias y empieza el de las conquistas, mientras que su candidato en la Comunidad de Madrid es todavía más concreto al afirmar que esta formación llevará la indignación y la rebelión de los jóvenes a las instituciones. Una vez que la Policía ha anunciado que se limitará a informar de que las concentraciones no son legales, pero que no intervendrá para disolverlas, parece que la campaña deja paso a un sábado en el que a todos los protagonistas de la misma les toca reflexionar a fondo.

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