Thaïs, en aristas a 3.800 metros
Último día de preparación antes de encarar el ascenso en dos jornadas del Mont Blanc, la cima más alta de la Europa occidental, con Thaïs Henríquez como protagonista. La expedición Ralons Sport Gran Canaria se desplazó a L’Aiguille du Midi (3.842 metros) para atravesar una de sus impresionantes aristas.
De camino a la cima del Mont Blanc los expedicionarios grancanarios también se encontrarán aristas parecidas a las del L’Aiguille du Midi. Pasos, en este caso de nieve o roca, con caída para los dos lados. Abismos de, algunos casos, miles de metros al vacío. Thaïs Henríquez se enfrentó a uno de sus miedos. Después de alcanzar el punto más alto en teleférico a más de 3.800 metros de esta impresionante aguja de hielo y piedra afilada, tocó volver a calzarse los crampones para surcar un lugar privilegiado, con una panorámica de 360 grados de Los Alpes. Con el Mont Blanc (4.810 metros) siempre como testigo en lo más alto de la cordillera.
Con la climatología a favor, con un sol radiante y sin apenas viento, pero el termómetro rondando los cero grados, los montañeros, con Javier Cruz al frente, se entrenaron por las primeras aristas que llevan al Valle Blanco y la arista de Los Cósmicos a casi 4.000 metros. Cerca de dos horas de travesía en la que, los no iniciados como la nadadora de sincronizada, tienen que extremar las precauciones.
Miedo y bloqueo. A pesar del asesoramiento de Cruz y las medidas de seguridad en la cordada, la doble medallista olímpica vivió momentos de mucha tensión. Sobre todo al comienzo de la arista, muy vertical y con vistas aéreas impactantes al valle de Chamonix. Hasta el punto de bloquearse y negarse a continuar durante unos minutos. Sin embargo, después de que el jefe de la expedición la tranquilizase, la nadadora reaccionó pudiendo finalizar con éxito la jornada en la aguja más alta del entorno del Mont Blanc. «He pasado miedo. Por momento mis piernas no respondían del bloqueo mental. Las vistas impresionaban y el camino era muy estrecho y vertical. Pero poco a poco fui recuperando el control y con la ayuda de Javi Cruz pude continuar. Estoy muy orgullosa de lo que he conseguido, hasta hace una semana no pensaba que hubiese caminado en una arista. Ahora, a darlo todo en el Mont Blanc», aseveró Thaïs.
