Sergio Lobera: "Esta noche no la olvidaré en mi vida"
No ha sido la victoria más importante, ni la forma de lograrla fue la más ortodoxa, pero Sergio Lobera siempre la tendrá presente. Con voz temblorosa por la emoción, conteniendo la euforia, el entrenador de Las Palmas comenzó su valoración del partido homenajeando a los pocos fieles que estuvieron en el estadio y agradeciendo el respaldo público de sus jugadores.
«Esta noche no la olvidaré en mi vida, por la victoria y por las 3.000 personas que han venido al estadio y han animado al equipo, han sido un jugador más. Nunca tendré gestos ni palabras para devolver tanto cariño. Que un campo coree tu nombre en las circunstancias en las que estamos es de las cosas que no he visto en el fútbol. Además, bajar al vestuario y que te abracen los futbolistas y que cuatro personas llorando te digan que me lo mereces es algo que nunca olvidaré en mi carrera», aseveró.
El profesional aragonés entiende que el trabajo de sus futbolistas demuestra la fidelidad y el compromiso que estos tienen con su trabajo «A los jugadores hay que ponerles un once. Han demostrado todo lo que son, lo que han sido siempre. Dan todo y más por defender la camiseta. El guión era muy similar a lo que habíamos vivido anteriormente: encajamos un gol en el primer minuto, tuvimos 25 disparos a la portería rival y el Racing se pone de nuevo 1-2. Pero el esfuerzo esta vez ha tenido su recompensa. Este partido tiene que ser un punto de inflexión, aunque no nos haga escalar posiciones en la clasificación. El partido del domingo ante el Sabadell será muy duro, pero a nivel anímico esta victoria va a ser muy importante», vaticinó Lobera que, sin embargo, receta trabajo y cautela para mejorar en la liga en busca del propósito marcado.
«El fútbol ha sido muy cruel hasta ahora. Pero al final hace justicia. Ver la liberación de tensión y la piña del vestuario debe tener una repercusión emocional en la liga. Tenemos que encontrar el equilibrio y para ello tenemos que tener los pies en el suelo y sacar un partido, el del domingo, que es vital».
