La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha emitido un segundo informe desfavorable a la instalación de la planta de biomasa, según confirmaron fuentes del Ejecutivo autónomo. El análisis se ha remitido a la Dirección General de Protección de la Naturaleza para que se incorpore al expediente de solicitud de la empresa Ence.
Pese a la defensa de su nulo impacto sobre la salud de los ciudadanos que hace la promotora del proyecto (Ence), el área de Sanidad del Gobierno de Canarias acaba de emitir un segundo informe desfavorable a la instalación de la planta de biomasa en la zona de La Isleta. El nuevo informe ha sido remitido a la Dirección General de Protección de la Naturaleza para que lo incorpore al expediente y se sume a la declaración de impacto ambiental de la que depende la ubicación de la incineradora.
Fuentes del Ejecutivo autónomo confirmaron a este periódico la decisión, después de que la cadena Ser adelantara ayer la noticia, si bien no precisaron nada más del contenido de esta nueva evaluación. "Es un informe nuevo y es desfavorable", explicaron desde Sanidad.
Hay que recordar que en julio del año pasado, el área de Sanidad Ambiental ya advirtió de que el funcionamiento de la planta de biomasa proyectada por Ence tendría consecuencias para la salud de los ciudadanos. En aquel documento se certificaba que "para el dióxido de nitrógeno en las condiciones climatológicas más habituales (), los valores estimados estarían ligeramente por encima del valor del límite anual para la protección de la salud humana y para el dióxido de azufre, del valor crítico de protección de la vegetación" en un radio de medio kilómetro alrededor de la chimenea de 65 metros de altura que Ence pretende instalar en el muelle de La Esfinge.
A resultas de este primer informe, Ence contestó a Sanidad que las emisiones producidas por la quema de residuos vegetales procedentes en su mayor parte de América y África estaban por debajo de los límites legales, algo que parece no compartir Sanidad después de su segundo informe, cuya conclusión se conoció este martes.
La intención de la empresa Ence es poner en funcionamiento una incineradora cuya actividad produzca energía eléctrica. La actividad es considerada como energía renovable por la Unión Europea, pero su instalación en Las Palmas de Gran Canaria ha sido recibida con críticas tanto por parte del Cabildo de Gran Canaria como del propio Ayuntamiento ya que aunque es renovable no es limpia y choca con la política energética que plantean las instituciones locales a favor del impulso a las energías eólica, solar y mareomotriz.