Riazor aguarda a su emblema
Riazor espera por una de sus grandes leyendas, Juan Carlos Valerón. El domingo la Unión Deportiva visita al líder de la categoría, un Deportivo de La Coruña del que El Flaco fue emblema desde que llegó en el verano del 2000 hasta su regreso a Las Palmas el pasado mes de julio.
Manuel Pablo, otro grancanario que ha pasado media vida bajo la heráldica coruñista, explicó bien lo que representa Juan Carlos Valerón en la historia del Deportivo. «Es el símbolo y emblema de este club. Siempre dispuesto a ayudar, a hablar, darte consejo y perder el tiempo contigo ayudándote», una concatenación de valores, tanto futbolísticos como personales, que versan sobre el legado que el de Arguineguín dejó tras 13 años en el club y la ciudad.
Valerón fue recuperado para el fútbol en La Coruña. En aquel Deportivo estelar que dirigía Jabo Irureta a principios de milenio. Tras su explosión en Mallorca vivió en primera persona la descomposición de un Atlético de Madrid judicializado y descendido. Un drama.
Pero desde que aterrizó en Riazor su carrera tuvo un repunte. Se convirtió en algo más que un futbolista, fue casi como el Alfa y Omega de un Deportivo que vivió noches de Champions, descensos y, otra vez, administraciones concursales. En medio de todo eso, el reconocimiento universal como una figura de primer nivel. Superó mil obstáculos, lesiones gravísimas; siempre con la sonrisa que acompaña ese tono aflautado de voz en el que es imposible percibir enojo jamás.
El 1 de junio del pasado año el Deportivo perdía con la Real Sociedad y descendía a Segunda un año después de su retorno. Aquella noche triste, Valerón tenía algo que decir. «Creo que ha llegado el momento de terminar mi ciclo aquí. Es difícil poder expresar de alguna manera todo el sentimiento que me llevo. Han sido años muy importantes en mi vida y quiero agradecer esto a todo el deportivismo. Al club, al presi, a todos mis compañeros y especialmente a mi amigo, mi capitán, mi hermano Manuel Pablo, con el que he compartido momentos muy importantes. Todo el agradecimiento y el cariño por lo que he vivido aquí. Y desearle al Dépor lo mejor del mundo».