Podemos abandona el Pleno del Parlamento como protesta
En tropel y con malas caras salieron los siete diputados de Podemos ayer a los pasillos del Parlamento después de que el presidente en funciones, David de la Hoz, les denegara un turno de réplica. El Pleno estaba debatiendo la prohibición de los animales salvajes en los circos cuando derivó en un acto del todo indomable.
La segunda sesión del Pleno del Parlamento habría pasado sin pena ni gloria, votando una proposición no de ley que pide prohibir el uso de animales salvajes en circos y espectáculos itinerantes.
Pero un debate, inicialmente anodino, acabó como el rosario de la aurora. Cinco de los siete diputados de Podemos abandonaron intempestivamente el Pleno, y el Partido Socialista les acusó de haber llamado a la diputada que intervino en el debate «sinvergüenza».
El plante, que fue al final momentáneo, se produjo cuando la parlamentaria que defendía la proposición no de ley, Natividad Arnáiz, pidió al presidente en funciones, David de la Hoz, que le diera un minuto para «defender a mi grupo después de que el debate se haya convertido en un circo».
De la Hoz no lo consideró oportuno, a pesar de las insistencias del presidente del grupo de Podemos que salió a arropar a su compañera. Ante lo inútil que resultó el gesto, la mayoría del grupo decidió abandonar el Pleno.
Salieron al pasillo los diputados manifiestamente airados, protestando del trato «injusto» y «arbitrario» que la Mesa les da de forma «continuada», y amenazando con no volver de la calentura que se cogieron.
Mientras, dentro del hemiciclo, el portavoz adjunto del grupo Socialista, Manuel Marcos Pérez, sí consiguió que el presidente le concediera un minuto de réplica.
Pérez lo aprovechó para «reprobar» el «insulto grave que se ha hecho a una diputada al llamarla sinvergüenza».
En ese momento, dos diputadas de Podemos se mantenían en sus escaños pero renunciaron a seguir con el espectáculo que, para David de la Hoz se tornaba en indomable.
Todavía fuera, en los pasillos de la Cámara, los exasperados parlamentarios se manifestaban ofendidos al haber sido acusados de utilizar la proposición no de ley de forma electoralista. Arnáiz tuvo que volver para votar las enmiendas y con ella, el resto, ya más contenido.
