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Los que le rodean en estos días de pretemporada perciben en usted satisfacción por el grupo que se ha conformado.
Mantenemos, a pesar de los cambios que se han realizado en la plantilla, el nivel del esfuerzo y de intentar hacer las cosas bien hechas que ya traíamos de los años anteriores. Y en ese sentido estamos contentos de la actitud de los jugadores. Pero lo preocupante es el tema físico; tenemos algunos jugadores con problemas y eso nos está retrasando mucho.
Faltan tres semanas para que la temporada se inicie. ¿Esos condicionantes físicos que tanto le preocupan van a influir negativamente en el comienzo de competición del equipo?
Sí. Me gustaría decir otra cosa, pero con la baja de Xavi Rey, que está confirmada, junto a la de Ryan Toolson, aunque él sí estará para los primeros partidos... Incluso en ese caso, una cosa es llegar, y otra lo es estar en forma e involucrado en la táctica del equipo y en el conocimiento de los compañeros. Eso solo se consigue con trabajo, y Ryan no lo va a tener. Vamos a empezar mal, eso es así, y ante eso tenemos que poner más esfuerzo, entusiasmo, ganas y que los que están bien de un paso más para suplir a los que no están. A esos tenemos que unirle los nuevos, que tenemos que ir adaptando, eso nos pone en una dinámica complicada para los primeros partidos.
El vestuario ha tenido que asumir la marcha de un jugador de mucho peso como Savané. ¿Cómo se está digiriendo en la plantilla esa transición?
Llevo tres veranos complicados. Cuando regresé decidimos no renovar a Marcus Norris, el siguiente año a Jim Moran y este a Savané. Me ha cogido a mí cada verano no renovar a personas que han sido muy importantes en el club y que han dejado una huella imborrable. Pero esto es ley de vida. Es mucho más grato que como entrenador cuando se les ficha. Pero me ha tocado a mí, es parte de mi trabajo. Como no puede ser de otra manera, el club está por encima de todos nosotros. Todos estamos de paso, y para dar el 100% como han hecho esos jugadores, que son ejemplos para todos.
Tomás Bellas y Spencer Nelson han sido nominados como capitanes. ¿Qué espera de ellos en la rutina del vestuario? ¿Podrán igualar ese carisma?
Eso también es ley de vida. Incluso se puede dar el caso de que algunos jugadores que tuvieran un cierto liderazgo lo tuvieran como amagado porque otros jugadores lo ostentaban y no querían invadir esa parcela. Ahora que se han ido estos jugadores, que han sido importantes deportiva y anímicamente, han dado un paso adelante.
Cada vez que hablan sus jugadores lo hacen para expresar mucho ambición. Todos quieren competir por cosas importantes esta temporada.
Al final, como club, venimos de una temporada en la que los resultados no eran los que habíamos tenido anteriormente y tenemos ganas de cambiar la dinámica del año pasado. Nos fijamos mucho en que los jugadores que contratamos sean ambiciosos. Otra cosa es que eso luego encaje y las cosas salgan como a todos nos gustaría. Queremos que una seña de identidad de este equipo sea precisamente la ambición.
Cuando terminó la pasada temporada, en una entrevista a este diario, indicó que el modelo deportivo del Gran Canaria era imitado por muchos equipos y que no tendría mucho sentido cambiarlo. Después de aquello, Himar Ojeda fue despedido como director general, y la entidad vivió días convulsos. ¿Qué lectura hace de todo aquello tras el paso de los meses?
Al principio con mucha preocupación porque no sabes lo que va a suceder. No sabíamos a donde podían dirigirse los acontecimientos. Pero una vez que todo se tranquilizó, lo lleve bien. Para nosotros tener a Berdi Pérez como director técnico es un lujo, porque es una persona tremendamente entendida, muy seria, con mucho sentido común. Yo ya había trabajado con él, de hecho fue el que me trajo a Gran Canaria en la etapa anterior. Desde ese punto de vista, cuando se confirmó que Berdi entraba en el club tuve una sensación de alivio muy grande porque sabes que el modelo va a seguir siendo el mismo. El modelo que funcionaba con Himar bien cuando estuvo de máximo responsable de esa parcela en el club era un modelo que venía de antes. Y se va a mantener con Berdi porque él fue el ideólogo hace muchísimos años de la forma de trabajar que tenemos en el Gran Canaria.
¿Espera que lo que se ha movido en el club, para bien o para mal, desde despidos a la llegada de un patrocinador, tenga influencia en la puesta en escena del equipo en la competición?
Tengo que decir que el año pasado, las problemáticas que había fuera de la cancha nunca afectaron en lo deportivo porque tenemos en este club una costumbre de plena autonomía en el aspecto deportivo. Nunca ha habido interferencias ni por parte de los propietarios del club el Cabildo de Gran Canaria ni por la directiva. Hemos hecho el mejor trabajo que podemos en la pista.
¿Qué rasgos diferenciarán en la pista a este Herbalife Gran Canaria actual de su inmediato antecesor en la Liga, partiendo de la base de que el código genético del equipo nace siempre en la intensidad defensiva?
Vamos a ver cuando tengamos el equipo completo. El año pasado fuimos un buen equipo en defensa. La pretensión para esta temporada, que lo hemos conseguido aparentemente, es tener más talento en el juego ofensivo. Más talento natural en los jugadores. Pero tenemos claro que para ser un grupo bastante competitivo tenemos que mantener el rigor defensivo de la pasada temporada, que está por ver que lo vayamos a conseguir, aunque vaya bien lo que vemos ahora en el día a día.
Valoraba antes que la ambición debía ser parte de la personalidad del Gran Canaria. ¿Cuáles son los límites que definen la idea de Pedro Martínez para la próxima temporada? ¿Se atrevería a marcarse retos de la misma forma que lo han hecho sus jugadores?
Digamos que ya no estoy tan pendiente de los resultados de lo que lo estaba antes, y de lo que lo está la gente. Digamos que los resultados son la consecuencia de que hagamos bien las cosas, y no hay que mirar solo el resultado. Yo el año pasado, aunque no fue una buena temporada en esa campo, pero no acabe especialmente descontento del trabajo que habíamos hecho. Creo que los jugadores se esforzaron y como equipo tuvimos una buena respuesta a algunas situaciones. Este año lo que me preocupa es sacar el máximo resultado del equipo que tenemos, y todavía no tengo claro cuál es el máximo resultado que podemos dar todos juntos.
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