Oliver da sentido al despropósito
Hasta entonces inédito en anotación, Albert Oliver se guardó su mejor lanzamiento para convertirse en el héroe de la mañana en el Centro Insular de Deportes. En un duelo de poca estética y rácano en aportación ofensiva, el triplazo del base catalán decidió el partido en el último suspiro.
Fue su única canasta ayer, pero valió la pena esperar para verla. Con solo once segundos y empate a 55 en el luminoso, Oliver recibió el balón muy lejos de la canasta pero no se lo pensó dos veces para lanzar con tino y liquidar a un CAI Zaragoza rocoso y que se resistió a doblar las rodillas. Tanto, que anotó la última canasta del duelo, un triple de Roll que afortunadamente, y solo por milésimas de segundo, se quedó fuera de tiempo.
El Granca sufre pero corta su racha negativa ante su fiel afición tras dos derrotas seguidas (Real Madrid y Cajasol), y además confirma la explosión definitiva de Walter Tavares, el mejor ayer del partido en valoración con 24, y el despertar de un aún inestable Hansbrough pero que ayer llegó hasta los 15 puntos, el que más anotó de todos.
Respeto inicial
Granca y CAI se emplearon a fondo en labores defensivas en los primeros minutos. Las canastas entraban a cuentagotas, pero fue el Herbalife quién mejor se manejó con un primer estirón (9-2, a 5.15 para sellar el primer acto). Sobrepasado los primeros minutos de tanteo y respeto, las muñecas se soltaron. El CAI afinó desde la línea de tres, y su puntería le sirvió para contrarrestar el primer estirón amarillo (12-10).
Un triple y tiro libre adicional de Hansbrough cerró el primer parcial con ventaja amarilla (15-10) en un duelo igualado y generoso en esfuerzo físico por ambas escuadras.
Las imprecisiones marcaron el comienzo del segundo acto. El esfuerzo defensivo desviaba la puntería, pero era el Granca, gracias al acierto de Martín y Hansgrough, el que mantenía la distancias (25-20, a 4 minutos para el descanso). La inercia del ala-pívot y los centímetros de un cada vez más inspirado Tavares espoleó a los amarillos en la recta final de la primera mitad. La mejoría del vallisoletano (10 puntos por entonces) y la intimidación del caboverdiano (5 rebotes y 3 tapones) lideraron el nuevo tirón local hasta el descanso (33-24).
Tras la parada, el CAI salió más entonado del vestuario. Escudado por su pareja interior Shermandini/Jones, acortó distancia en cuestión de minutos (35-32, con un parcial 2-8).
Newley y Tavares acudieron al rescate. Ocho puntos de la pareja australiana/caboverdiana cortaron la reacción visitante (43-35).
Remontada visitante.
En medio del enredo, en un partido con más errores de los habituales y mucha batalla física, el CAI sacó provecho, y gracias a un parcial 10-20 encaró el último parcial con renta mínima pero espoleado por su mejor acierto (43-44).
En el parcial decisivo cualquiera pudo ganar. El balón quemaba y todos los esfuerzos se centraban en la parcela defensiva, donde saltaban chistas debajo de ambas canastas. La grada comenzó a silbar cada ataque visitante en un duelo sin dueño y precipitado en todas sus acciones (47-46, a 5.46).
Entre tanto desorden y desacierto apareció Ben Hansbrough. Cinco puntos seguidos del escolta americano despegó a los grancanarios a falta solo de 2.57 para el final (52-48), ante un CAI Zaragoza, sin embargo, muy entero.
Dos nuevos puntos de Jones acercó peligrosamente al CAI de nuevo (52-50), y el error en uno de los dos lanzamientos desde la línea de tiros libres de Báez propició el empate con un triple lejano de Sanikidze y 35 segundos por jugar.
Y aunque pareciera difícil, lo mejor estaba aún por llegar. Báez anotó tras asistencia de Bellas y Jones respondió con serenidad y pulso (55-55), pero fue Oliver el que decidiera con un triple tan lejano como certero que aunque volvió a tener respuesta visitante, con otra canasta de tres de Roll, se quedó sin premio fuera de tiempo.
