Ojeda estima que le avalan las cifras

Ojeda fue destituido a finales de mayo. El club le ofreció una degradación profesional, pasar de director general a director deportivo, con su consecuente descenso en las condiciones económicas que figuraban en su contrato, con vigencia hasta 2014. «Se quiere vaciar de contenido mi labor», expresaba aquellos días el profesional de Santa Brígida, que recibía una carta de manos de Juanra Marrero y Alberto Miranda, adjunto a la dirección general entonces y asesor externo, respectivamente.

En dicho documento figuraban diversas cuestiones enumeradas, como problemas con los tornos de acceso al Centro Insular de Deportes o el bajo número de abonados, entendiendo el club que 3.140 afiliados en un pabellón que apenas cubre las 5.000 personas de aforo es un mal dato.

El ex director general interpreta que los elementos que sustentan su despido son irreales, y documenta en el equilibrio presupuestario del club durante su gestión su defensa.

Cuando el 21 de abril de 2010 Himar Ojeda es nombrado director general, poco después de la llegada del consejo de administración de Agustín Medina, asumió compatibilizar funciones a la manera que lo habían hecho Berdi Pérez en el Gran Canaria o Julián Aranda en el Granada. Iniciado aquel ejercicio económico por el consejo de Lisandro Hernández y con Ramón Bielsa al frente del aparato económico del club, aquella campaña 2009/10 se cerró con un balance en negativo de 664.375 euros, un año en el que pesó económicamente la organización de la Supercopa. El primer año de su gestión, el club acabó con un balance en positivo de 229.222 euros.

En La Vega de San José se corrigieron algunos defectos presupuestarios que habían disparado las alarmas de las auditorías de la ACB. En un plan de eficiencia trazado en el club, y fundamentado sobre la dirección de Paco Rodríguez, vicepresidente económico de la entidad, se optimizaron los recursos financieros del Gran Canaria. Algo que generó una inercia positiva que acompañó el equilibrio presupuestario del siguiente año.

Dado que su nombramiento fue en abril, Ojeda medió entre la confección de la plantilla (continuidad de Carroll y los fichajes de Wallace, Beirán, Rey o Bramos) para cerrar la mejor temporada deportiva de la historia del club, quinto puesto tras caer en las eliminatorias por el título con el Baskonia, y un equilibrio financiero complicado, en plena recesión de ingresos, con cerca de 900.000 euros menos en patrocinios (1.508.127 euros a 612.133) tras la decisión política de dejar marchar a Kalise como cabecera principal .

El principal recorte fue en la confección de plantilla. Cuando Ojeda recogió de Berdi Pérez el testigo en la dirección deportiva en 2007, el montante destinado para el equipo era de 3.710.214 euros. En 2010 lo bajó hasta 2.587.662, cantidad similar a la de la temporada anterior y a la actual.

Además, con la lupa de Paco Rodríguez, se redujeron 400.000 euros detallados en el informe presupuestario en gastos extraordinarios. Se redujo en gastos corrientes, se centralizó en una las cuentas del club en los bancos y se rebajaron los gastos en contrataciones externas, masa salarial del club; mientras, se gastó más en personal para La Vega de San José y en cantera.

En cualquier caso, con ambas posiciones enquistadas, será en los juzgados donde se resolverá el conflicto.