Memoria o desmemoria histórica
Asociaciones de familiares revisan con desaliento la ley de la Memoria Histórica aprobada por Zapatero en 2007. «No nos ayuda nada», dice Aralda Rodríguez desde La Palma. «Ya dijimos que se quedaba corta», afirma René Marrero desde Gran Canaria.
Jueves, 27 de diciembre 2012, 00:00
Fatal» es la palabra que le sugiere a Aralda Rodríguez, de la Asociación de la Memoria Histórica de La Palma, una pregunta sobre la Ley de Memoria Histórica que aprobó el Gobierno de Zapatero en 2007.
Al pleno del Congreso que aprobó la ley en noviembre de ese año asistieron representantes de las asociaciones de familiares de víctimas del franquismo de distintos puntos de España. Desde Gran Canaria acudió Balbina Sosa, vicepresidenta de la asociación de Arucas. Pese a las críticas por las lagunas de la ley, su aprobación fue recibida como una fiesta por las familias.
René Marrero, licenciado en derecho y empleado público, es el tesorero de la asociación de Arucas. Su bisabuelo Ramón Medina Pérez fue el primer hombre que fue arrojado al pozo del Llano de Las Brujas. Eso lo supo la familia 70 años después de que ocurriera. Gracias a una excavación que se puso en marcha al amparo de la ley y con el apoyo económico de instituciones canarias entre finales de 2008 y principios de 2009.