«Mamá, ven a ver la película»
La calle Ferreras, en la zona de La Puntilla, en la playa de Las Canteras, acogió este jueves el rodaje de 'Wild Oats', la película de Andy Tennant que protagonizan Shirley MacLaine, Jessica Lange y Demi Moore y a la que se incorporó el actor y director español Santiago Segura.
Del Hotel Imperial Playa a la Casa Suecia y vuelta a empezar. Así transcurrió la tarde para las protagonistas de una de las escenas de Wild Oats, que ayer trasladó a todo su equipo a la calle Ferreras, en La Isleta. Numerosos curiosos se paraban a observar el ajetreo. No es de extrañar. Tres grandes focos apuntaban a la cristalera de Casa Suecia. Varios camiones ocupaban la calle peatonal y una centenar de operadores, con sus correspondientes pinganillos, pantalones pirata con miles de bolsillos y trabas de la ropa enganchadas a cables, circulaban de un lado a otro hasta que desde el interior de la cafetería que ocupa los bajos del Club Victoria se escuchaba: «Prevenidos». Entonces todos mandaban a callar. «Silencio, por favor, se rueda». Los obreros que trabajan en la rehabilitación de la fachada del hotel hicieron relativo caso a las órdenes en las primeras tomas que se realizaron entre las 16.00 y las 18.00 horas. Pero mucho más ruidoso y, especialmente, sorpresivo, fue escuchar en medio del silencio: «Atención atención. Se encuentra en las dependencias policiales una niña...». Si los padres leen esto podrán guardarlo para el anecdotario de la cría. «Hija, cuando eras pequeña y te perdiste, paraste el rodaje de una película de Shirley MacLaine, Jessica Lange y Demi Moore». No todo el mundo estaba dispuesto a esperar a que las actrices MacLaine y Lange Moore no participó es estas escenas, por lo que no se desplazó con el equipo atravesasen los pocos metros que separan la cafetería del hotel. Pero otros sí que hicieron frente al sol que se colaba entre las nubes con su móvil preparado para captar el momento. «Mamá, ven a ver la película», le gritó un crío a su madre cuando esta atravesaba el improvisado set sin percatarse de que estaba ante la Moby-Dick del siglo XXI. Y ahí que van otra vez MacLaine y Lange la primera mirando al frente y recibiendo los aplausos de algunos curiosos, la segunda entre paraguas negros, quizás para recordar el ambiente gótico de American Horror Story.
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