Los últimos saurios de Europa viven en Canarias
El hallazgo, la semana pasada, de cientos de lagartos gigantes en un solar de Tamaraceite, en Gran Canaria, ha sorprendido hasta a los expertos en estos lacértidos por su gran tamaño, casi todos en torno a los 80 centímetros.
En Tenerife, El Hierro y La Gomera también hay lagartos gigantes, pero de menor tamaño y más escasos.
Los lagargos gigantes de Canarias están considerados los últimos grandes saurios de Europa. Se sabe de su existencia desde antes de la Conquita y los expertos creen que vivieron en todo el Archipiélago, aunque durante siglos se los dio por desaparecidos, excepto en Gran Canaria, donde su presencia ha sido permanente a lo largo de la historia y, lejos de reducirse, se ha extendido.
Pascual Calabuig, responsable del centro de recuperación de fauna silvestre de Gran Canaria, asegura que los reptiles de Tamaraceite son «supergigantes», por su peso, su talla y por su mandíbula, que es «tremenda».
El lagarto gigante de Gran Canaria (Gallotia stehlini) es el más imponente 80 centímetros de los grandes lacértidos endémicos de Canarias, «muy parecidos genéticamente aunque de evolución diferente en cada Isla».
Tal es así que, por ejemplo, en Fuerteventura y Lanzarote, donde también existieron, no queda vestigio de ellos porque «se emparentaron con el resto de lagartos», apunta el profesor de Zoología de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Luis Felipe López.
El Gallotia stehlini es el lagarto que, desde el punto de vista genético, «está más alejado» de los que aún viven en Tenerife, La Gomera y El Hierro, según Miguel Molina Borja, biólogo de la Universidad de La Laguna (ULL), que, además, está convencido de que ha sido el único que no se extinguió o está acorralado en riscos, como sus congéneres, porque «es el único que es agresivo y que se defiende de sus depredadores».
Los gatos y las ratas esquilmaron los lagartos gigantes en las otras Islas, incluso hay constancia de que en El Hierro y La Gomera los aborígenes se los comían.