Los Cancajos se lanza al mar
Los fondos marinos de Los Cancajos están compuestos por cuevas y túneles plagados de vida, tienen zonas algales muy bien conservadas y colonias de esponjas amarillas, gorgonias y coral negro. El Ayuntamiento de Breña Baja lo sabía, pero ahora, junto a otras entidades, quiere poner en valor su patrimonio submarino. En otras Islas también se trabaja en esta línea. La entrega, el pasado sábado, de los premios del primer Concurso de Fotografía Submarina de Los Cancajos, que se ha celebrado durante tres meses en los fondos de la zona turística por excelencia de La Palma tiene más importancia de la que a simple vista puede parecer, ya que se trata de la primera de las acciones previstas por el Ayuntamiento de Breña Baja, junto a la ONG EcoOcéanos y la empresa Oceanográfica, para poner en valor su patrimonio submarino. El objetivo último es crear allí una microárea ecoturística litoral, que no es otra cosa que una zona segura y de calidad para la práctica de actividades acuáticas sostenibles como el snorkel, el buceo, el kayak o el kitesurf. El proyecto cuenta con la colaboración de Fundación CajaCanarias y Fundación Biodiversidad y el apoyo institucional del Gobierno de Canarias. Las mejores fotos representativas de los fondos de Los Cancajos y un vídeo submarino, financiado por Fundación CajaCanarias, que enseña lo que se puede encontrar bajo el mar de esta zona de La Palma, serán la carta de presentación de la nueva oferta ecoturística en la que trabaja Breña Baja y que tiene como principal baza la creación de esa microárea. La propuesta que se baraja abarca unas 30 hectáreas en el frente marítimo de ese núcleo. La mircroárea ecoturística litoral de Los Cancajos está incluida en el Proyecto Microáreas 2013, en el que también se están trabajando otras dos microáreas piloto: El Roque, en La Aldea de San Nicolás (Gran Canaria), y Montaña Amarilla, en el sur de Tenerife. La mircorárea de El Roque se plantea como un foco de atracción a buceadores en una zona muy necesitada de nuevos impulsos económicos y a donde no se suele ir a bucear pese al buen estado de sus fondos. Montaña Amarilla, por contra, es un lugar que fue abandonado por los buceadores debido a la presencia de erizos diadema, que convirtieron sus fondos en un blanquizal, y que ha sido recuperado para el buceo por EcoOceános. La vida ha vuelto a esos fondos, espectaculares desde el punto de vista geológico.
