Los apalizados en la comisaría aún padecen secuelas físicas
Yari y Nelson Lemes Méndez, los dos hermanos que supuestamente sufrieron una paliza en dependencias policiales de Arrecife, a mediados de abril, aún padecen secuelas, físicas y psicológicas, a causa del incidente. Más de medio año después, el día 24 deberán comparecer ante el forense.
J.R.S.
Domingo, 14 de noviembre 2010, 00:00
En versión de Lorena, hermana de ambos que se está encargando de hacer gestiones judiciales, aún deberá pasar cierto tiempo para que las secuelas queden eliminadas. En el caso de Yari, quien padece problemas de sueño supuestamente relacionados con el incidente, son constantes las quejas en uno de sus oídos, además de «quejarse también de la columna». En cuanto a Nelson, «todavía no está recuperado del todo» de la lesión que acusó en una de sus piernas, al no estar soldada la rotura. Por parte de la familia se confía en que estas circunstancias queden plasmadas en los informes del forense, con vistas a la futura celebración de un juicio donde se puedan depurar presuntas acciones delictivas por parte de los agentes detenidos en su momento por orden de la titular del Juzgado número 8 de Arrecife. Aún no consta fecha para la celebración de la vista. Los hermanos Lemes Méndez presentaron denuncia en el Palacio de Justicia por ser presuntas víctimas de una paliza en la comisaría, el 28 de abril, tras previamente ser detenidos en la plaza de Los Leones, junto a la calle Carlos III. Nelson resultó dañado en la pierna izquierda y el brazo derecho, así como en el cuello y la espalda, entre otras zonas de su cuerpo. Por su parte, Yari ofreció heridas en la cara, con pérdida de dientes, así como en espalda y cuello. Parte de estas lesiones al parecer quedaron grabadas en imágenes del sistema interno de la comisaría. A raíz de la denuncia, por parte judicial se ordenó el 7 de mayo la comparecencia de al menos media decena de agentes, para que éstos pudieran ofrecer su visión de los hechos. Fruto de esta actuación se ordenó la detención de dos agentes, quedando en libertad a las pocas horas, con cargos en ambos casos. Los demás declarantes quedaron exonerados. Por lo general, los policías alegaron en sus declaraciones que los dos hermanos se causaron entre ellos las heridas, en el traslado desde el punto donde fueron detenidos hasta la comisaría. Nelson y Yari quedaron arrestados por presuntamente agredir a sujetos que amenazaban a un sobrino menor de edad.