Borrar

Los ahorros se convierten en una pesadilla

Rafael Falcón

Domingo, 31 de marzo 2013, 00:00

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Ahorradores, en su mayoría jubilados, que confiaron su dinero en el banco y que en muchos casos en Canarias tenían cuenta en La Caja de Canarias -ahora Bankia- ven peligrar su dinero. Tras años de sacrificio y esfuerzo para «tener un dinerillo el día de mañana, hoy en día estamos agobiados, estafados e indignados». Este es el sentir de miles de canarios que luchan por recuperar «lo que es nuestro», destacan, pero la realidad los lleva a un callejón sin salida. Fuentes del sector financiero apuntan que Bankia en Canarias tiene 75 millones de euros pendientes de canje en productos tóxicos, de los que 50 millones corresponden a las participaciones preferentes, que implican a cerca de 4.000 personas. Manuel Fajardo, delegado en Canarias de Adicae -Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros-, destaca que «el 80 por ciento de los afectados responden a un perfil conservador, en su mayoría jubilados, que tenían sus ahorros de toda su vida en el banco». Pero la pregunta que se hacen los neófitos en la materia y que incluso estos pequeños ahorradores se cuestionan cada día es qué son las preferentes y por qué les ofrecieron esas participaciones a ellos. «Las participaciones preferentes iban destinadas en su día a inversores institucionales. Estos dejan de comprarlas y las ofrecen a los pequeños ahorradores, a gente que no da el perfil y que no tenían conocimientos financieros, un producto muy complejo», destaca. Con el asentamiento de la crisis, las entidades financieras buscan liquidez. Las participaciones preferentes se convierten en acciones. Bankia entra en Bolsa y el desplome es total, como se ha ido corroborando en las últimas semanas. A día de hoy, los 400.000 accionistas de Bankia, protagonista del mayor fiasco bancario español, lo perderán prácticamente todo. El valor de sus acciones ha quedado fijado en torno a un céntimo. La pérdida da más escalofríos al comprar el precio de su debut en el parqué bursátil, en julio de 2011: 3,75 euros la acción. Los inversores de las preferentes encarnan uno de los relatos más lamentables de la crisis financiera. Miles de pequeños ahorradores canarios colocaron su dinero en un producto de inversión complejo, que reportaba altos intereses pero estaba comprometido a perpetuidad. El sistema funcionó bien mientras estos clientes podían vender estas participaciones a otros inversores en el mercado al mismo precio al que compraron en su día, hasta que la Comisión Nacional del Mercado de Valores recordó a la banca que debía reducir el valor de estas preferentes y otros títulos de deuda subordinada a un precio de mercado. La venta dejó de ser una opción. Ahora ha llegado la odisea.

Única esperanza El recorte del valor de los inversores de Bankia será de una media del 38% para las preferentes, del 36% para la deuda subordinada perpetua y del 18% para la deuda subordinada con plazos de vencimiento. Se trata solo de medias engañosas, ya que las pérdidas serán mayores cuanto más antigua será la inversión y la horquilla se mueve entre el 10% y el 70%, según explicaron fuentes del FROB. Los pequeños ahorradores se integran en asociaciones que defiendan sus derechos. Todos los jueves por la tarde, los afectados de Bankia protestan delante de la sede principal en la calle Triana de Las Palmas de Gran Canaria. Adicae tiene el próximo miércoles día 3 de abril una reunión con los afectados en el Centro de Consumo del Cabildo de Tenerife, en la calle San Agustín, 15, en La Laguna. Los juzgados españoles están recibiendo demandas de afectados. Una sentencia favorable es hoy en día «nuestra única esperanza para recuperar nuestro dinero, porque las alternativas que nos ofrece el Gobierno son ridículas».

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios