López Aguilar: «Quien pasa por encima del cambio, lo paga»
«La campaña quedó atrás». La frase del aspirante socialista a la presidencia de Canarias evidencia que ha llegado el momento de dialogar. Pero lo dice convencido de que CC y PP han de asumir que Canarias apostó por el cambio y que el PSOE, con él al frente, debe presidir el ejecutivo.
--Es usted el ganador, ¿pero se ve presidente? ¿O volverá a confirmarse que en Canarias ganar y gobernar son dos verbos que sólo coinciden en la conjugación??
--Los canarios han querido un cambio y la primera responsabilidad de un representante de los ciudadanos es sintonizar con sus estados de ánimo, y no pasar por encima, porque quien lo hace, lo paga. El 27 de mayo se ha producido un vuelco en el mapa político canario: la tercera fuerza emerge a primera y asciende nueve escaños de una sentada, y quienes habían estado gobernando en Canarias en los dos últimas décadas han sufrido un varapalo, por lo que deberían reflexionar. El mensaje es de vertebración de Canarias desde el Partido Socialista, que es el único que crece en todas las Islas. Es un mensaje también de futuro.
-- Pero las matemáticas son las matemáticas. Para llegar a 31 hace falta primero hablar, de entrada, con CC. ¿Qué planteará usted, un Gobierno en minoría o en coalición?
--A quien me razone aritméticamente le diré que CC lleva casi 20 años gobernando en Canarias y nunca ha tenido 26 diputados. Ha gobernado en minoría con 23 y con 21. La investidura en primera vuelta requiere 31 pero en segunda mayoría simple; pero le diré sobre todo que la lectura más importante del día 27 no es aritmética, sino es saber quién sube y quién baja, es reconocer que los canarios han querido cambiar de Gobierno y de forma de hacer política, que han preferido al Partido Socialista en el Gobierno y a su candidato en la Presidencia. Una aritmética negativa que sume más de 30 votos contra este mensaje y apueste por más de lo mismo estará actuando contra el sentir mayoritario de los canarios y estará actuando contra el tiempo y la historia, porque irá contra el cambio y la esperanza. He escuchado que hay gobiernos en otras comunidades formados por la segunda y tercera fuerza, pero he contestado que eso sucede cuando, después de prolongadas mayorías absolutas, las urnas dibujan otras mayorías de cambio; aquí la segunda y la tercera fuerza son las perdedoras, no las ganadoras. Y no son el cambio, sino para frustrar el cambio
--¿Le consta que pueda estar ya cerrado un pacto entre ATI-CC y PP?
-- No. Los interlocutores lo niegan. Creo que es lo sensato porque no quiero creer que quien está obligado a leer con autocrítica el mensaje de los ciudadanos apueste por multiplicar por dos los errores que han supuesto un castigo en las urnas, porque eso supondría multiplicar por cuatro el castigo en las elecciones generales. El mensaje en las urnas es también de un cambio en la forma de hacer gobierno: yo he lanzado un mensaje centrado en las personas, en mejorar los servicios y hacer frente con optimismo a los retos de la inmigración, la energía y el cambio climático. Si he obtenido 100.000 votos más que la segunda fuerza y 110.000 más que la tercera es porque los ciudadanos están cansados de gobiernos sin agenda nucleados exclusivamente en el reparto de sillones y en el que las consejerías se reparten antes de hablar de contenidos.
--Dicen los nacionalistas que el problema es usted, que con usted es imposible entenderse. ¿Hará lo posible para entenderse con ellos?
--Durante toda mi vida he formado una personalidad respetuosa con el prójimo y con el pluralismo constitutivo de toda sociedad abierta, he practicado el diálogo con resultados, he estado en la oposición y en el Gobierno... y en ambas situaciones se me ha reconocido como un tipo dialogante y constructivo. Por eso, el argumento distorsionador y personalizado que han utilizado mis adversarios en la campaña queda al descubierto como una patraña o una falacia, o como un prejuicio. Pero ahora la campaña ya está atrás y soy el depositario del mayor caudal de votos y de confianza para presidir el Gobierno de Canarias. Tengo el título legítimo de liderar la primera fuerza en votos y escaños; es lo que dije que sucedería. Formar gobierno es la responsabilidad que asumo y lo hago tendiendo puentes, con la mejor voluntad de diálogo, con ofertas constructivas, y lo haré tanto con el presidente de CC como con el presidente del PP.
--Esos puentes de los que habla, ¿qué ancho tienen respecto a CC? ¿Incluyen la vicepresidencia y cuántas consejerías para CC?
---Estos días he dicho que con menos votos y escaños CC ha formado gobiernos monocolores pero estoy dispuesto a dialogar para hacer ofrecimientos que den estabilidad sobre contenidos que tengan que ver con la mejora de los derechos de la gente. Es lo primero que quiero abordar con el presidente de CC: ahí está la educación, deteriorada con 25.000 docentes enfadados; la sanidad, con los facultativos exasperados y con una pérdida de credibilidad y aprecio social preocupante; el empleo, que necesita consenso con los agentes sociales; por la vivienda, que no admite soluciones milagrosas por quienes no han hecho su tarea; del medio ambiente... De todo eso quiero hablar primero con Paulino Rivero antes. Pero habrá que hablar de la distribución de tareas, y para eso he nombrado una comisión negociadora.
--Menciona usted aquello de lo que quiere hablar con Rivero pero han pasado varios días sin que ustedes hayan hablado. ¿No son demasiados? ¿Ha habido contactos? ¿CC los ha esquivado o ha sido a la inversa?
--Yo he tomado la iniciativa y he telefoneado en distintas ocasiones al presidente de CC...
--Una curiosidad: ¿le telefonearon para felicitarle por los resultados?
--No. No la noche electoral. Al día siguiente me telefoneraron los presidentes del PP y del CCN, no el presidente de Coalición Canaria. Le telefoneé yo. Y le ofrecí conversaciones. Él planteó sus tiempos y lo encuentro razonable porque creo que hay que hacer una lectura reflexiva de los resultados.
--Dijo antes que también tendería puentes con el PP pero ¿qué puente cabe ahí, cuando Soria va a ser desalojado por su partido de la Presidencia del Cabildo?
--El PP tiene una representación en Canarias y es responsabilidad de la primera fuerza dialogar con todos; lo haré y permanentemente, ya sea desde la discrepancia o la confrontación, pero trabajando en la construcción de consensos, que se trabajan arremangado.
-- ¿Qué respuesta tiene ante el discurso del PP de que en el Cabildo se debería respetar también el principio de que gobierne el partido más votado y, en consecuencia, que el PSOE no debería presentar la moción de censura a Soria?
--Llevamos 30 años votando y la ciudadanía lleva madurando el voto en democracia. En cada urna hay un mensaje que se tiene leer concretamente, ni en cascada ni intercambiando cromos. Eso se pone de manifiesto en mayor medida, donde son tres urnas, y se ven esas diferencias. Los responsables políticos estamos obligados a leer el mensaje de las urnas. El PP ha dilapidado la confianza mayoritaria que tenía de los grancanarios en los últimos años, y debería reflexionar por qué para duplicar la dosis de su propio error. No es el momento de que yo describa los errores que han pasado factura a su estilo. En Gran Canaria, la remontada de la lista del PSOE frente al PP es la más espectacular de toda España, porque hemos superado la distancia de 30 puntos de 2003 hasta derrotarlo. ¿Y qué ha pasado en el Cabildo? Un mensaje de cambio inequívoco que se traduce, de entrada, en un empate a escaños entre PP y PSOE, pero además en una amplia mayoría de cambio cuando se suman los escaños de Nueva Canarias, que ha hecho una precampaña y una campaña explícitamente centrada en las estrategias, en la derrota, del estilo de poder del PP. Es una amplísima mayoría de cambio para acabar con el estilo de gobierno de los seis escalones y quien lo ignore está fuera de este mundo.
--Si logra un Gobierno en minoría, ¿ya tiene en la cabeza los nombres de quienes lo integrarían?
--Si fuera un Gobierno en minoría, sí.
--¿Quiénes serían?
-- Prefiero no anticipar...
--Se lo digo yo: Carolina Darias, Francisco Hernández Spínola...
---No, no anticipo los nombres porque precisamente hay un ramillete de personalidades formadas, con gran vocación de servicio, pero subrayo que es mi obligación prever escenarios, pero no anticipar tiempos ni saltar un guión que considero imperativo, que es el de hablar de contenidos.
-- ¿Y el escenario de no gobernar está previsto?
-- Le contesto con ironía: durante la campaña he seguido con atención las entrevistas a mis adversarios y cuando se les preguntaba esto, contestaban que no preveían otra hipótesis que no fuera ser primera fuerza y por tanto iban a presidir el Gobierno. El que tenía razón era yo: el PSOE es primera fuerza y su opción al Parlamento suma votos respecto a las municipales, y por eso, constatando un hecho, digo que no contemplo estar en la oposición, porque no es lo que han querido los canarios. Y se equivocará de medio a medio quien no lo entienda. Presidir el Gobierno no es sólo montar en un coche oficial sobre una aritmética carente de contenido y propósito para Canarias; gobernar es representar con dignidad y acierto un estado de ánimo y prestar el servicio de realizar una esperanza. Pregunto cómo podría hacer ese trabajo ningún otro: ¿puede quien no ha tenido ninguna representación en Gran Canaria? ¿Puede quien ha perdido votos y escaños en todas las Islas?
--Vista su respuesta, supongo que si le pregunto si seguirá usted en Canarias si el PSOE finalmente no está en el Gobierno, me dirá que no ha lugar la pregunta.
--Le responderé con otra ironía: en la campaña, cuando me han hecho esa pregunta, siempre he contestado que por qué no han tenido mis adversarios el coraje de estar en la oposición, como yo sí he hecho. Cuando se empezó a hablar de mí como posible candidato, se aglomeraron las voces que pedían mi dimisión, pero yo renuncié a estar en el Gobierno de la Nación por responder a la esperanza de los canarios. Llegué a las elecciones a pecho descubierto, ligero de equipaje, y quienes querían que dejase de lo utilizar lo que llamaban recursos institucionales a mi favor, emplearon los suyos hasta el último día, y llegaron al 27 de mayo en coche oficial; yo no. La pregunta es: ¿hay alguien que pueda demostrar mejor que yo que sabe hacer política a pecho descubierto, tanto en el Gobierno como en la oposición? No, ¿verdad? ¿O no traslucen las ansiedades de algunos miedo a la dignidad de la política desde la transición, que también existe? Son ellos los que tienen que pasar por la prueba del algodón de la oposición, y no yo, que soy el candidato que quieren los canarios para el cambio por el que han apostado.
--Por último, ¿cuál es la hoja de ruta en el PSOE canario? ¿Habrá cambios en la secretaría general? ¿Sustituiré usted a Juan Carlos Alemán?
---Cada cosa a su tiempo. Lo que ahora me preocupa es que los canarios se juegan un Gobierno que les mejore la vida en los últimos cuatro años, no simplemente un reparto de cargos, prebendas e intereses aledaños; los canarios se juegan un Gobierno con credibilidad, que es un activo intangible pero precioso, para mejorar sus vidas. Esto deben reflexionarlo CC y PP, que han salido malheridos del 27 de mayo y lo tienen muy díficil para decirle a los canarios que esta vez lo harían mejor que la antepenúltima, la penúltima y la última, que ha sido además la inempeorable de todas. Ya vimos cómo acabó la última legislatura y el mensaje está claro: no más de lo mismo.
Más información en el periódico CANARIAS7