Lobera: "No he encontrado a nadie que reproche mi trabajo"
El entrenador de Las Palmas analiza para CANARIAS7 la primera vuelta de la competición y las opciones de ascenso de su equipo en el ecuador de la Liga.
¿Satisfecho con la primera vuelta que ha realizado el equipo?
Creo que el balance en cuanto a números puede ser positivo. Estamos muy cerca de los puestos de ascenso directo y eso lleva a que tenga una lectura positiva. Creo que el equipo poco a poco ha ido creciendo, la progresión ha sido correcta, pero también es cierto que hay cosas que corregir, que aún el equipo puede dar mucho más de lo que ha dado hasta el momento. Por ejemplo, la estadística en casa es mejorable, pero estoy satisfecho con la trayectoria y en el lugar en el que estamos a la altura de la Liga. El equipo está posicionado bien para afrontar la etapa en la que se decide todo.
Sin embargo comienza la segunda mitad fuera de promoción. ¿Las Palmas debería estar más arriba?
Si atendemos a los puntos que se nos han escapado, como el día del Zaragoza en casa o contra el Mallorca la jornada anterior, encuentros en los que merecimos más, sí creo que el equipo debería estar en una situación mejor. Pero sabemos que esta categoría es muy complicada, que está igualadísima, y que los equipos de arriba no siempre ganan y los de abajo aprietan muchísimo. No hay un equipo este año que sea incuestionable.
¿Se han cubierto las expectativas?
Creo que los objetivos que se marcaron se están cumpliendo. ¿Quién ha dicho oficialmente en el club que el objetivo es el ascenso directo? Lo que pasa es que nosotros somos ambiciosos para autoimponernos lo máximo y eso al final se acaba transmitiendo a la afición. Pero el objetivo está muy claro desde el principio: igualar o mejorar lo que hicimos la temporada anterior. Ahora mismo creo que se está cumpliendo con las expectativas, a pesar de que haya gente que haga lecturas más pesimistas. Al que haga este tipo de lecturas le digo que estamos viviendo la crisis más bonita de los últimos 12 años de la Unión Deportiva. No recuerdo, aunque no he estado aquí en esos años, estar tan cerca de los puestos de ascenso directo en estos momentos. ¡Bendita crisis la nuestra!
Habla de pesimismo. ¿Se siente valorado por su trabajo?
Siempre que hablo de pesimismo me refiero al entorno del grupo, que al fin y al cabo es el que va a lograr que Sergio Lobera tenga éxito o no. Escudarse a nivel personal no tiene nada que ver con lo que suceda. Sin embargo yo me siento muy valorado, aún no me he encontrado a nadie por la calle que me reproche mi trabajo, todo lo contrario. Todas son palabras de ánimo y gratitud. Vine con el objetivo de devolver la ilusión a la afición y creo que se está consiguiendo. Entiendo que haya un nivel de exigencia máximo en un club que hace mucho que no consigue volver a la élite y eso provoque que se hagan lecturas extremistas. Pero creo que eso es el síntoma del miedo que se tiene de que se escape algo que parece que está muy cerca. Creo que el pesimismo no beneficia al equipo. Desde los pitos en el estadio como en los medios, donde lees críticas como si estuviésemos hundidos en la clasificación.
Sin embargo, Sergio Lobera ha perdido popularidad en las gradas del Estadio de Gran Canaria...
Una lectura lógica teniendo el momento en el que me pitan y cómo se manifiesta. Me pitaron después de una derrota contra el máximo rival y de la forma en la que perdimos, con un contundente 3-0. No creo que ese malestar sea por una trayectoria a mi trabajo, sino por un hecho puntual. No se ha repetido más. Entiendo que no me aplaudan después de la derrota contra el Tenerife y tras encajar tres goles en diez minutos -contra el Almería en la Copa- en el Gran Canaria. No puedes decir que el público es justo cuando te aplauden e injusto cuando te pitan. Es justo siempre porque se manifiesta en base a lo que percibe en cada momento. Como un entrenador expuesto constantemente a la opinión pública tienes que aceptarlo.
¿El derbi fue el peor momento?
Sí. Perder un derbi de la forma en la que lo perdimos, al margen de que una acción puntual como la expulsión de Barbosa nos condicionó, sabemos lo que significa para la afición. Al equipo también le afectó de forma considerable, por lo que creo que es el peor momento.
