Lobera: "Ahora estoy recibiendo más cariño que nunca"
Sergio Lobera arrancó la semana ante los micrófonos del programa Archipiélago Deportes, de Radio Nacional de España. Es noticia que hable el técnico al margen de las convocatorias estrictamente oficiales y más cuando desde hace casi un mes el debate sucesorio en el banquillo, a cuenta de los malos resultados, forma parte de la actualidad de la UD. Lobera pregonó fortaleza ( «vengo de una familia humilde que me ha enseñado que hay que pelearlo todo, hay que mantener la ilusión, creer en uno mismo y no voy a tirar la toalla»), a sabiendas de que no se está viviendo «el mejor momento» y que «está costando» que en su equipo no se generen dudas, pues «se palpa el nerviosismo»
«Tenemos que gestionar todas las circunstancias, porque esta vorágine que nos rodea cuando no acompañan los resultados nos afecta, va en detrimento del equipo, y eso hay que evitarlo», expuso. Lobera mantuvo en todo momento su habitual tono comedido, evitando declaraciones altisonantes, pero sí salió al paso de algunas especulaciones respecto a su situación: «En ningún momento nadie del club se puso en contacto conmigo para decirme que estaba destituido».
«Tampoco ha pasado por mi cabeza dar un paso al lado. Que la gente no se equivoque, no hay movimiento económico para quedarme. Y sé que el club tampoco tiene ese condicionamiento. Soy una persona de retos. Nunca me he venido abajo», ponderó.
Respecto a la figura de Miguel Ángel Ramírez, su gran valedor, aun en momentos como los actuales («los peores desde que llegué»), dijo: «Siento el apoyo absoluto del presidente. Me ha demostrado que tiene fe y confía en mí. Por eso me duele más, porque creo que él es que más está sufriendo. Sabemos lo que quiere a este club. Si alguien se merece que estemos en Primera es el presidente».
Insistió en que mantiene la autoridad en el vestuario («somos una familia») y se mostró emocionado por el trato que le están dispensando: «Ahora me están dando más cariño que nunca. No es normal. Y no solo en el terreno profesional. También en el afectivo. Es increíble».
