La patronal solicita soterrar la línea de alta tensión por el sur
La red de transporte eléctrico de la Isla, integrada por 300 kilómetros de tendido y unas 2.000 torres, es imprescindible, pero afea el paisaje y altera el medio natural. Plantean que se coordinen las obras en las carreteras para, en lo posible, soterrar ese entramado.
Lunes, 24 de septiembre 2007, 13:43
Se trata de minimizar todo lo que se pueda el impacto de los cables y demás elementos de la red general eléctrica de la Isla en el entorno natural. La patronal de La Palma, agrupada en la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), en tal sentido, solicita que el reacondicionamiento de la carretera Bajamar -Tajuya, entre Breña Alta y Los Llanos de Aridane por Fuencaliente, incluida en el Plan Insular de Carreteras programado por el Gobierno de Canarias en sintonía con el Cabildo, se aproveche para soterrar la línea de alta tensión de 66.000 vatios, la única existente en La Palma.
Con tal actuación se pretende cerrar el anillo insular por el sur de la referida potencia sin necesidad de hacerlo por el aire. Proponen igualmente que la descrita actuación vial sirva para habilitar en la referida calzada un carril bici. Corredor central. Los responsables de Cepyme-La Palma demandan asimismo la aprobación definitiva del Plan Territorial Especial de Carreteras y Anteproyecto de Infraestructuras Viarias del Corredor Central-Noroccidental de la Isla. Los citados documentos, sostienen, «resultan vitales para el futuro desarrollo, tanto social como económico, de los municipios de Tijarafe, Puntagorda y Garafía, así como acercar sus habitantes a los servicios básicos, como el Hospital, Aeropuerto, Puerto y Administraciones públicas.
Los dirigentes de Cepyme La Palma, en un informe sobre las intervenciones necesarias en la red viaria insular, consideran asimismo apremiante la ejecución de la obra de acondicionamiento del Cruce del Molino, en Breña Alta, por tratarse de «un punto de gran aumento del tráfico rodado en los últimos años». Según exponen, es «un punto negro» del sistema vial de La Palma. Aseguran que en la referida encrucijada «se producen frecuentes accidentes y serias dificultades para poder realizar un cambio de sentido y acceder al polígono industrial de la zona, formándose atascos importantes, sobre todo en las horas puntas». Demandan que «se dé prioridad, tanto dentro de las previsiones de la Consejería de Infraestructuras del Gobierno como del Cabildo, a la obra de prolongación de la vía exterior de Santa Cruz de La Palma para comunicarla con la zona de La Grama a través de un túnel en La Caldereta». Esta acción, alegan, «supondría una mejora de las comunicaciones con los municipios norte y sur de la Isla».