"La intención es que llegue hasta junio"
Llegados a este punto de no retorno, luego del anuncio efectuado por Quique Setién, la pregunta es inevitable. ¿Llegará a junio el entrenador? ¿Hay riesgo de que dimita antes o pueda ser despedido? En la zona noble de la UD no pilla de sorpresa esta situación. «Llevamos meses trabajando sobre la certeza de que no seguiría con nosotros», apuntan desde la dirigencia al referirse a esta situación. Y reconocen que «no se puede descartar ningún escenario», aunque «la intención» es que no se produzca cambio alguno en el banquillo hasta que finalice la temporada. «Pase lo que pase, habrá soluciones», abundan al respecto. Todos confían en que se pueda salvaguardar un mínimo equilibrio que permita la convivencia en los dos meses que restan de calendario. De hecho, el propio Setién lanzó este deseo en su comunicado de despedida. Y hay ejemplos aledaños, como el de Luis Enrique en el Barcelona, que invitan a guardarse de conflictos. Pero de las palabras a los hechos pueden darse las mismas diferencias insalvables a las que aludía el entrenador para justificar su marcha.
Está por ver de qué manera mantiene la autoridad ante profesionales que ya saben que su mandato en el banquillo tiene fecha de caducidad. Con varios miembros del vestuario el trato no pasa de ser el estrictamente necesario y han sido inevitables episodios que han hecho públicas las tiranteces.
El famoso «rincón de pensar», la juerga nocturna en Madrid el pasado mes de enero o la bronca con Aythami en el Bernabéu, con posterior exclusión de las convocatorias, han traspasado el ámbito interno por filtraciones realizadas casi en exclusiva por Setién, cuyo pronto a veces le pierde.
La dirección deportiva de la UD confía en la madurez de los miembros de la primera plantilla y espera que el paso de las jornadas permita centrar la atención en el terreno de juego. Cuestión difícil por los condimentos que ahora se dan y también por los precedentes. Hay casos recientes de entrenadores que fueron relevados de su cargo en el tramo final de la campaña (hace tres años, sin ir más lejos, Josico sustituyó a Sergio Lobera un 26 de mayo, a falta de dos jornadas para acabar el calendario regular), por lo que, en este minuto de la competición, nada garantiza que Setién pueda consumir su relación contractual. Resultados negativos o rebeliones internas harían saltar por los aires el ya debilitado ecosistema actual.