La humanidad bajo el océano
El proyecto escultórico del artista internacional Jason DeCaires Taylor, consistente en un museo submarino en Lanzarote con más de 300 figuras sumergidas, abrirá su primera fase en noviembre. El escultor de fama mundial afincado en la Isla defiende la integración del hombre con el océano.
Jason DeCaires, escultor y artista de fama mundial, trabaja desde hace algo más de un año en su taller instalado en Marina Rubicón (Playa Blanca), en uno de los proyectos museísticos más importantes de la Isla. Se trata del Museo del Atlántico de Lanzarote, que se compondrá por un total de una decena de instalaciones, de unas 60 figuras cada una (en total más de 300 esculturas), que pretenden mostrar la fusión del hombre con el océano. El proyecto cuenta ya con las primeras 40 figuras. Esta primera fase podrá visitarse desde diciembre por los submarinistas.
La primera de estas instalaciones contará con 60 figuras humanas de tamaño real y escenificará a personas del mundo cotidiano caminando por el océano. La segunda fase constará de una enorme puerta de hormigón, de 30 metros de ancho por 3 de alto, que pretende representar la entrada al paraíso, y al otro lado del umbral, un jardín botánico, con esculturas de plantas, hombres y mujeres y hombres cactus. Esta fase del proyecto estará para el verano de 2016.
El resto de la obra será concluida a lo largo de los dos próximos años. Las figuras son de un hormigón especial que no contamina y permite integrarse en la naturaleza, de forma que se creen veriles y arrecifes de peces y plantas, repletos de vida marina.
El propio DeCaires explicó a este periódico que su inspiración se basa «en una interacción del hombre con la naturaleza y el mar, como el hombre es el sustrato de la naturaleza».
Este joven escultor británico, de 45 años, de fama mundial, que también trabaja estos días en la instalación en el río Támesis de Londres de 8 grandes esculturas, reivindica su preocupación por el cambio climático, la sobrepesca y dice que su obsesión es transmitir el respeto por los océanos. Un museo similar en Cancún recibe al año 200.000 visitas de submarinistas.
