Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
El extremo, con andar parsimonioso y estilizado trato de balón, se arrimó como nadie en un partido de codos elevados y mandíbulas batientes. Momo brilló. Lo hizo por su esfuerzo, sin nada nuevo que anotar en su libreta de estadísticas. Hizo un partido de esos que conmueve a los entrenadores, de abnegado sacrificio e inteligente comprensión de los ritmos del encuentro.
Momo es elemento capital en la redención del equipo. Es tan importante el viraje de Lobera como la aparición definitiva de nombres que están llamados a ser determinantes. Momo siempre asumió que su rendimiento estaba por debajo de lo esperado, en aquellos meses de tormenta incesante. Pero así como un gol suyo redimió a Lobera y partió la soga que colgaba de su cuello, en aquel instante mágico bajo la lluvia de octubre, con el Racing de Santander como víctima, aquel instante también le redimió a él. Todo fue mejor desde ese momento para todos.
El extremo se ve en dinámica ganadora. Una historia que le suena, artífice como fue de los últimos ascensos a Primera División de Xerez y Betis. Ayer justo cumplió una década como profesional, también con el Elche como protagonista del asunto, en aquella ocasión en el Martínez Valero. En su currículo se amontonan las historias, pero hace un año retornó a Gran Canaria con el deseo de añadir una nueva gesta, que embellezca su trayectoria, y que haga olvidar aquellos días amargos en los que apareció en el primer equipo.
A Tato, sentado en el palco, le quedaría claro desde el primer momento que si quiere hacerse un hueco en el equipo tendrá que pelear contra un duro rival, un hombre de arraigo y ascendente.
Momo, con dos ascensos a Primera en su historial, se pone el mono de trabajo con la intención de ser un hombre franquicia en el anhelado ascenso que persigue el equipo de su formación.
Ante el Elche, en un partido para los grandes, Momo demostró ser uno de los gigantes que arropan un vestuario ambicioso y convencido de que pelear por Primera es algo más que una quimérica ilusión.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.