

Secciones
Servicios
Destacamos
Jueves, 1 de enero 1970
Se sabía por los cauces que iba a ir el partido (posesiones largas, fuertes defensas) y el primer cuarto fue como se esperaba. El 14-13 en 10 minutos fue elocuente. Fue bueno el inicio, con canasta de calidad de Ryan Toolson, uno de los tres únicos jugadores que anotaron para el Gran Canaria (Newley -6- y Báez -3-, más los 5 del americano).
El principal problema del equipo amarillo fueron las pérdidas, hasta siete en ese tiempo (tres recuperaciones tan solo) y si el marcador era favorable se debía al pésimo lanzamiento de Kendall.
Con canasta de Roberto Guerra se inició el segundo cuarto pero todo cambió cuando el entrenador Pedro Martínez le sustituye por Toolson. De un empate a 18 se pasó a un increíble parcial de 4-17 para el Obradoiro para alegría de la quincena de aficionados que se dieron cita en el Centro Insular de Deportes. En un pispás, cuando Alberto Corbacho se vio liberado del marcaje de Guerra, logró el primero de sus triples característicos.
Pero es que a continuación logró otro, con Toolson muy encima, que le hizo además falta. La distancia en el marcador, con esa jugada de cuatro puntos, fue entonces de 12 para los de Moncho Fernández (18-30). Un mundo si se tiene en cuenta los guarismos bajos en los que se movía el partido.
Sin embargo, en los tres minutos finales de este primer tiempo, el Herbalife Gran Canaria casi logró restablecer la igualdad, con siete puntos casi consecutivos de Jon Scheyer. Báez en el último momento conseguía anotar para dejar el marcador en un mínimo 30-32. Un duro golpe para el Blusens.
Además del ausente Nelson, el equipo amarillo apenas podía contar con Xavi Rey -jugó con el gemelo vendado en su pierna izquierda-, ni con un irreconocible Javier Beirán, sin chispa, a quien la falta de minutos continuados le hunde cada vez más. El segundo tiempo se inició con el dominio en el marcador, de nuevo, para los jugadores que entrena Martínez. Diferencias cortas, sí, pero por delante. Mientras, el turco Salah Mejri, alabado en exceso durante toda la semana, hacía dos faltas rápidas y se iba al banquillo con aspavientos. Su entrenador se lo dijo al oído, pero el mensaje se intuía. No volvió a jugar más, claro.
Los mejores momentos de Brad Newley, acompañado por el siempre presente Báez, propiciaron unos buenos minutos de los amarillos. Aprovecharon además un protesta innecesaria de Kendall tras personal, que se llevó una técnica, para lograr la mayor diferencia en el marcador gracias a cinco puntos consecutivos (55-46).
Con 55-48 a favor del equipo grancanario se inició el cuarto decisivo. Esta vez Corbacho tenía un nuevo marcador, Tomás Bellas, mientras Scheyer ejercía en la dirección. Pero todo cambió. No una pérdida, sino dos consecutivas del Gran Canaria propiciaron que el marcador no solo se igualase, sino que el Blusens volviera a dominar.
Con 66-62 y dos minutos por jugar, Scheyer tuvo dos errores fatales. Primero, en defensa. Rafa Luz aprovechó su soledad bajo el aro para colocar un mate reivindicativo. Poco después el director amarillo perdía un balón, a cámara lenta, que el Blusens también aprovechó.
Faltaba 1.30 para el final. Corbacho, que llevaba varios errores consecutivos, se quedó sin oposición alguna -ya no estaba Bellas con él- para anotar otro triple (66-67). Newley vuelve a anotar pero también Kendall (68-69, con un minuto por delante). El tiempo muerto de Martínez lo resuelve el australiano con un tiro rápido (70-69) y las posibilidades amarillas de victoria se acrecientan después de que Kendall perdiera el balón.
No pudo sentenciar Newley a falta de 18 segundos y sí lo hizo Dewar, con triple y apenas cinco segundos. El intento triple de Scheyer, tras pase de Toolson, fue taponado. La victoria también.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.