Kiessling quiere un hotel de veinte plantas junto al acuario
El Ayuntamiento confirmó el interés de la familia Kiessling, propietaria de Loro Parque, por construir un hotel de veinte plantas junto al acuario del istmo. El permiso para erigir el establecimiento hotelero se vincularía al compromiso del grupo empresarial de costear el traslado de las naves de ayuda humanitaria.
La clave de la operación urbanística está en las naves de ayuda humanitaria. Su derribo y posterior construcción en el interior del recinto portuario tienen un coste de entre seis y ocho millones de euros, según las primeras estimaciones que en su momento hizo la Autoridad Portuaria. Y encontrar una fuente externa que financie la actuación se ha convertido en una de las claves del futuro del istmo.
Por eso, en las conversaciones sobre la construcción del acuario, se puso sobre la mesa la posibilidad de que la familia Kiessling, que impulsa el acuario de la zona, pudiese costear la operación a cambio de que se le permitiese construir y explotar un hotel, tal y como explicaron fuentes del área de Urbanismo del Consistorio capitalino.
Las dos únicas parcelas que permiten el uso hotelero en el istmo son la del edificio de la fundación Puertos de Las Palmas y el pequeño solar que está ocupado por el contenedor donde se encuentra la dirección de obras del acuario, aunque se trata de un espacio muy estrecho, según confirmó ayer el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra.
La altura máxima que se puede alcanzar en estas parcelas es de 20 pisos, casi igual que el hotel AC, que tiene 26 plantas.
«Por esta sociedad se ha analizado la posibilidad de dicha inversión, al existir, junto a la parcela del acuario una parcela que permite dicho uso, pero dicho proyecto, expuesto tanto a los responsables de la Autoridad Portuaria como del Ayuntamiento, está en fase de análisis y estudio, y por tanto, ni está vinculado ni existe compromiso alguno para el traslado de las naves ahora instaladas», explicaron fuentes de Loro Parque, «nuestra entidad siempre ha apostado por realizar proyectos en Gran Canaria que ayuden a mejor la oferta turística de la Isla, y a su vez generen puestos de trabajo y actividad económica, lo que venimos realizando desde hace más de cuatro años, y, en tal sentido, se estudian y analizan continuamente proyectos.»
Ibarra detalló que «no hay nada presentado de manera oficial» y aclaró que la propuesta «debe ser una petición del Ayuntamiento» por cuanto que se refiere a la política turística capitalina.
De tener el impulso municipal, la Autoridad Portuaria no dudaría en iniciar el expediente de concesión del dominio portuario, que sería también por un periodo de cincuenta años, como ocurrió con el acuario, y que requeriría del visto bueno del Consejo de Ministros.
LA PASARELA, PENDIENTE DEL ITE.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria presentó ayer el proyecto de construcción de la pasarela del acuario, que finalmente tendrá un coste de 2,65 millones de euros.
El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, aseguró que la financiación de la obra está «garantizada», pese a que ha sido consignada dentro del listado de proyectos que el Cabildo ha presentado al Gobierno para que se financie con cargo al Fondo de Desarrollo de Canarias, que se nutre con el dinero que llega del Impuesto General Sobre el Tráfico de Empresas (ITE).
«No contemplamos la posibilidad de que no venga ese dinero», explicó Doreste, quien matizó que si no llega la mitad de los 2.65 millones de euros (la otra mitad la aporta el Consistorio) se buscarán fuentes de financiación alternativa, bien a través del Cabildo de Gran Canaria, bien tirando de remanentes del propio Ayuntamiento.
Los trabajos de la pasarela podrían estar acabados a finales de 2017. En primavera del próximo año está previsto que se inicie la construcción de la Onda Atlántica.
