Hoteles de tiempos modernos

Javier Darriba

Lunes, 20 de julio 2020, 07:39

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En medio del debate sobre la moratoria turística, la capital grancanaria sigue viendo crecer su oferta alojativa. Pero lejos del gran establecimiento, los empresarios apuestan por nuevos modelos urbanos como Bed & Breakfast, hoteles boutique o hostel en los que prima la atención personalizada en un edificio céntrico de reducidas dimensiones. Una frase de Ana Lola Betancor, que regenta el Bed & Breakfast La Casa de Vegueta, recoge el sentir de los nuevos negocios hoteleros que florecen en la ciudad: «El gran viajero elige sitios pequeños». Trato directo y personalizado a un turista que huye de la oferta de sol y playa, que gusta de vivir la ciudad como un vecino más y que demanda historia, gastronomía y cultura constituyen el nuevo nicho de mercado en el que Las Palmas de Gran Canaria fía su crecimiento hotelero. Al socaire del aumento en la llegada de turistas en conexiones aéreas de bajo coste, los nuevos establecimientos alojativos tratan de responder a las nuevas demandas de los viajeros que optan por el turismo urbano. No en vano, por vez primera en los últimos tiempos, los visitantes que llegaron a la capital en vuelos baratos superaron el año pasado a los que optaron por viajar con precios normales, por así decirlo. De acuerdo a los datos del Instituto Canario de Estadística (Istac), de los visitantes alojados en la ciudad, 262.016 viajaron en vuelos de bajo coste y 239.339 lo hicieron a coste normal. Al amparo de esta tendencia, un precio asequible por habitación suele ser también una exigencia en este tipo de nuevos establecimientos, que además comparten otras características como wifi gratuita, gusto por los detalles -por el ejemplo, el Bora Bora ofrece café y té gratis-, refinamiento en la decoración -como el Bed & Chic- y atención directa y personal con el cliente gracias a sus reducidas dimensiones. «Este tipo de establecimientos atrae a otro tipo de turismo que no gusta del turismo de masas y que quiere vivir como un local más», explica Carolina Hernández, propietaria del Downtown House.