Fondos marinos, únicos y seguros
Pedro García Sánchez lleva 17 años zambulléndose en los fondos marinos de Gran Canaria y disfrutando del espectáculo natural que ofrecen a los residentes y visitantes. Desde hace once años capitanea el Club deportivo de Actividades Subacuáticas El Repunte, ubicado en la calle Pérez Galdós, en el casco de El Doctoral (Santa Lucía de Tirajana), donde imparte cursos para dar los primeros pasos en el mundo del submarinismo. «Una de las condiciones imprescindibles para poder hacer el curso es pasar una revisión médica. Yo he tenido alumnos que en esa revisión les han detectado diabetes o un soplo en el corazón que no sabían que tenían, y no han podido seguir con la parte práctica del curso hasta que se han tratado esa patología», afirma García. De no cumplirse esta premisa sería una auténtica temeridad. «Lógicamente el submarinismo, si se cumple con las normas, no es un deporte de riesgo, pero hay que seguir las pautas al pie de la letra. Una buena formación es vital. Un buceador mal formado, sobre todo al principio, puede generar problemas», subraya. Los cursos que imparte empiezan con una clase teórica, con las premisas básicas, antes de empezar con la práctica. «Cuando termina el curso de iniciación difícilmente podrá empezar a bucear con otro compañero que haya hecho el curso con él. Siempre va a tener que necesitar al lado a una persona con más experiencia hasta que tenga unas 15 o 20 inmersiones previas. Es una de las normas imprescindibles, nunca se debe bucear solo por el peligro que entraña», puntualiza.
Seguridad. En cuanto a los cursos rápidos destinados a los turistas que visitan la Isla, García tiene sus reservas. «Con los guiris es un poco ir a por el dinero y a que disfruten. Los centros de aquí, tanto los grandes como los pequeños, trabajan de forma seria y eso es lo que hace que no tengamos tantas desgracias», añade. De hecho, en lo que va de año han perdido la vida en aguas canarias seis submarinistas. En los últimos años ha crecido de forma exponencial el interés por las actividades subacuáticas, tanto entre los turistas que visitan las Islas como entre los residentes. Y es que el Archipiélago guarda auténticos tesoros en sus fondos. «La temperatura del mar es idónea a lo largo de todo el año. En verano podemos tener 23 grados y en invierno, en los días más fríos, puede llegar a bajar a los 16 grados. Un turista que viene del norte de Europa se mete en el agua en esas condiciones y lo disfruta a tope, algunos hasta se tiran sin chaqué. A esto se suma la claridad de las aguas, porque te permite que en las inmersiones puedas ver a los animales a gran distancia y acercarte», añade. De hecho, otro los atractivos de los fondos marinos isleños está en la biodiversidad existente y en el colorido de las especies. «Además no hay ninguna especie que entrañe peligro. Siempre le comento a mis alumnos que el animalito más peligroso que te puedes encontrar es el erizo, porqué siempre está en el sitio menos indicado, donde vas a poner la mano. Por lo demás no hay ningún tipo de problema, siempre y cuando se respete a los animales. Si los acosas o los intentas tocar cuando el animal de alguna manera te ha demostrado que no quiere un contacto, puedes tener algún tipo de problema», añade. Para Pedro, su rincón favorito para hacer submarinismo está en la playa de El Cabrón, junto a Arinaga. «El Cabrón es la mejor zona de la Isla con diferencia. Tiene una concentración de vida espectacular y te da la oportunidad de, en una zona relativamente pequeña, hacer tres tipos de inmersiones diferentes, además de contar con un buen acceso. La cantidad de vida que se encuentra en esa zona es espectacular. Es la inmersión por antonomasia», sentencia.
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