"Es un Gobierno más capaz en la defensa de Canarias"

El Presidente del Gobierno de Canarias ha sellado en una semana un pacto estratégico con Zapatero, se ha quedado sin socio de gobierno y ha conformado un nuevo gabinete con importante presencia de Gran Canaria. en esta entrevista analiza las claves de esos cambios.

¿Tiene ya claro por qué se rompió el pacto? La verdad es que no lo sé. Parece ser que los acuerdos de Madrid le venían mal a Rajoy.

¿A Rajoy o a Soria? Dicen que a Rajoy pero ante la disyuntiva para mí de unos acuerdos buenos para Canarias o Rajoy o Zapatero, yo siempre lo tengo muy claro: lo primero es Canarias y los canarios.

Pero el PP canario dice que esos acuerdos no se traducen en beneficios inmediatos, en mejoras en las partidas presupuestarias. No, no. Para valorar el acuerdo hay que situarse en el escenario económico. Partiendo de ese marco, el primer acuerdo con Madrid es el mantenimiento de los convenios de inversión en obras públicas, recursos hidráulicos, etcétera. Si como muestra vale un botón, si se paralizan esos acuerdos, la carretera nueva a La Aldea no se podría hacer. Sería muy exhaustivo en una entrevista de esta naturaleza detallar el acuerdo con Madrid, que además la gente lo puede leer en la página web de este periódico, pero ¿qué le decimos a los canarios si no conseguimos los 70 millones de euros para el empleo? ¿Y cómo le explicamos al sector turístico que renunciamos a los 45 millones del Plan de Infraestructuras Turísticas? ¿O que por cabezonería perdemos los 32 millones de la ficha financiera del Posei, que beneficia a la agricultura, al tomate, al sector de flores y plantas? ¿Y cómo explicamos que por no apoyar a Zapatero renunciamos a las mejoras en las tasas aéreas?

Otro de los reproches es que el reconocimiento de las aguas no tiene efecto práctico alguno. El reconocimiento de las aguas no es una frivolidad. Nadie duda de la importancia sociológica que eso tiene, y no sólo es simbólico, porque a partir de ahí está el mar territorial y la zona exclusiva, y con el reparto competencial que tenemos en España, esto es muy importante para Canarias. Como también es muy importante el acuerdo respecto a la futura reforma del Estatuto de Autonomía, o el acuerdo para retocar aspecto del REF... De la importancia del acuerdo, donde se da mejor testimonio es en la Península, donde todo el mundo valora el éxito conseguido por Canarias.

Usted desveló que Zapatero le llamó al día siguiente de la ruptura, pero ¿Rajoy sigue sin llamarle? No me ha llamado. Me sorprende porque somos buenos amigos. Él es muy reflexivo, por eso me sorprende que esta decisión la haya tomado Rajoy en una calentura momentánea porque se alcanzara un acuerdo con Zapatero. En la etapa de Aznar, él siempre entendió que el papel de CC en Madrid pasaba por entenderse con quien gobernase, con independencia de los gobiernos que hubiera en Canarias. ¿Qué pasó el lunes para que prevaleciera más el interés en que no hubiera acuerdo con Zapatero, en lugar de que lo primero era Canarias y lo secundario lo partidario en Madrid?

El hecho de tardar 72 horas en la remodelación ¿revela que no había un plan B, que usted no contemplaba la ruptura? No lo tenía previsto. En absoluto. Lo de las 72 horas es porque a mí me gusta tomar un tiempo para la reflexión cuando son decisiones tan importantes. Hay que meditar cómo encarar la recta final de una legislatura, con un Gobierno capaz, que pueda hacer frente a la situación, y que contemple los distintos elementos de la acción política. No me arrepiento de haber esperado las 72 horas.

¿Por qué no cesó a Soria el día que el PP anunció la ruptura? Porque yo no tomo decisiones en caliente.

¿Quiere decir que otros sí? [Sonrisas y silencio].

Ha tenido usted palabras de generosidad y reconocimiento hacia el PP y lo mismo ha hecho Soria. ¿Es que han pactado ustedes tanta caballerosidad? ¿Es fingido? Vamos a ver: yo me enteré de la ruptura el martes por la tarde, cuando se reunió la ejecutiva del PP. Yo estaba en Madrid, defendiendo la candidatura del Campus de Excelencia, y es cierto que José Miguel Ruano y Barragán me dijeron que Soria les había adelantado que estaba barajando la ruptura. Él me llamó, pero yo estaba interviniendo en lo del Campus de Excelencia y no podía hablar. Cuando lo hice, él me dijo que ya habían tomado la decisión. Dice usted que ha habido palabras respetuosas hacia el PP, pero es que las relaciones de trabajo en el Gobierno han sido exquisitas. No ha habido asuntos ideológicos que nos hayan separado; debate sí ha habido, pero ha existido unidad. Ha aparecido más en la prensa de rumorología sobre las relaciones en el Gobierno que en la realidad. Lo digo sinceramente. Somos distintos partidos y cada uno intenta vender mejor lo que ha hecho, pero en el seno del Gobierno creo que se ha actuado ejemplarmente. Los consejeros del PP han trabajado bien; han sido buenos consejeros y han sido leales en la acción del Gobierno.

¿Qué PP espera en el Parlamento? De momento tengo que guiarme por lo que dicen, y si la acción del Gobierno es lo contemplado en la investidura, y si el Presupuesto es el aprobado ayer, pues espero el apoyo que ahora están anunciando. Voy a mantener la mano tendida a todos, como estamos haciendo con los sectores económicos. Se puede cambiar de planteamientos políticos, pero sin abortar la posibilidad de diálogo. ¿Teme un PP que se dedique a levantar alfombras? No. El Gobierno ha sido muy transparente y claro. No es que el PP quiera levantar alfombras, es que ni hay alfombras para levantárselas el PP a Coalición Canaria, ni CC al PP. ¿Y qué espera del PSOE canario? Disposición y entendimiento en los grandes asuntos. Hay un talante y una actitud diferente en el PSOE canario; es verdad que tienen que resolver algunas cuestiones internas, pero yo lo que espero es disposición a encontrarnos en los grandes asuntos de Canarias. ¿Tiene pactado con Ferraz o Moncloa que el PSOE canario apoye los Presupuestos? No. La realidad es que la llamada de José Luis Rodríguez Zapatero, una vez conocida la salida del PP, y luego la de Pepe Blanco, fue para garantizar que en los grandes asuntos de Canarias no iba a haber ningún problema. Yo he hablado con José Miguel Pérez para pedir disposición al diálogo. ¿Habló con él después de la ruptura? Sí. Antes de mi rueda de prensa del miércoles. Él es un interlocutor de primera mano. ¿El pacto con José Luis Rodríguez Zapatero incluye que el PSOE no pondrá trabas en mayo para que usted vuelva a ser presidente de Canarias? No, no. Tienen que hablar primero los electores. Cerrarnos la posibilidad de hablarnos con todos es un error político. Pero después de una ruptura tan sorprendente con el Partido Popular, ¿volvería usted a nombrar a José Manuel Soria vicepresidente? [Sonrisas]. Están unas elecciones por medio y hay mucho espacio de aquí a allá. Hablar de los consejeros de un hipotético Gobierno me parece demasiado frívolo. ¿Por qué reduce ahora las consejerías, y no cuando Soria lo planteó, cuando habló incluso de dejarlo en seis? Las cosas son posibles cuando son posibles. Llevar a la realidad muchas intenciones que tenemos no siempre es fácil. Ahora es un momento de coherencia política. Estamos presentando unos Presupuestos duros, austeros, que se reducen en casi mil millones de euros, que significan casi un 12,5% menos que el año anterior, y creo que, en coherencia con eso, pues hay que reducir los gastos de gestión. Por eso creo que el ajuste era posible. Hay cosas que el Presupuesto no va a resolver y soy consciente de ello, pero hay señales a la ciudadanía de que todos nos ajustamos. Es necesario que los ciudadanos perciban ahora que los momentos son difíciles. ¿Por qué tanta presencia grancanaria en un Gobierno monocolor de CC, cuando el peso electoral de esta Isla es escaso? ¿Ha hecho usted un Gobierno pensando en clave electoral? Tengo una primera responsabilidad, que es confeccionar un Gobierno que responda a los objetivos marcados, un Gobierno capaz. Garantizando que sea un Gobierno capaz, con compromiso, serio y con rigor, después está el juego político. Pero lo primero es hacer un buen Gobierno, y luego está lo otro. Tanto Fernando Bañolas como María del Mar Julios y Jorge Rodríguez son personas que han demostrado ser capaces, comprometidas y serias. Luego, también tengo que contribuir a recuperar nuestra presencia política allí donde es necesario, y en Gran Canaria es necesario, porque Gran Canaria necesita de un proyecto nacionalista más equilibrado. En CC ahora el obstáculo es el desequilibrio de la presencia en Gran Canaria, que es fruto de nuestros errores en el pasado. Si la pregunta es si esto ayuda a CC, la respuesta es clara: sí. ¿Ha generado ese peso de Gran Canaria recelos en CC? ¿Le ha costado convencer a la ejecutiva nacionalista? No. He visto una disposición absoluta de la gente. Saben que las cosas las medito bien. Me gusta mantener la discreción en las decisiones que tengo que tomar pero siempre necesito tener argumentos para ser convincente en las cosas. Creo que son convincentes los argumentos que he dado en la ejecutiva y vi una satisfacción generalizada en Coalición, tanto ante los cambios como ante el recorte en la estructura del Gobierno. Siendo un gabinete monocolor, ¿éste es el Gobierno de CC en el que menos ha participado el partido? ¿Quién ha hecho este Gobierno: usted solo? ¿A quién consultó? ¿Ha recibido sugerencias... presiones? De nadie. Ése es el grado de madurez de Coalición Canaria. Conozco a CC como fuerza política desde sus inicios, cuando era una coalición de partidos, y recuerdo los líos que se montaban para confeccionar un Gobierno. La madurez de CC es precisamente el haber superado estas cosas. Cierto es que el presidente debe tener, primero, sentido común; segundo, tener claro cómo es Canarias territorialmente, y luego que eso se proyecte en la composición del Gobierno. Que las islas se vean reflejadas en la acción del Gobierno me parece razonable. Me sentí libre para confeccionar el primer Gobierno y lo mismo ahora. Hoy [por ayer], a las nueve de la mañana, tenía citado a Jorge Rodríguez; a las nueve y media, a Domingo Berriel; y entre las diez menos cuarto y las diez a María del Mar Julios y a Fernando Bañolas. Anoche cené con mis colaboradores y nadie lo sabía, ni nadie me preguntó, porque saben como soy. En honor a la verdad, sólo una persona lo sabía, porque necesitaba que trabajase en paralelo: Javier González Ortiz. Creo que estas cosas deben ser así. Debe haber cierta seriedad en estas cosas. ¿CC entiende que pueda haber cargos nombrados en su día por el PP y que continúen? Lo he explicado en la ejecutiva de CC: lo primero que quiero garantizar es la acción del Gobierno, un buen Gobierno. No es que no haya personas válidas fuera, sino que hay determinados puestos, con lo que queda de legislatura, en los que apenas hay tiempo para estar cambiándolo todo. Es el caso del Servicio Canario de Salud. El tema de partido debe estar en un segundo plano. El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Javier Sánchez Simón, ha dicho que no tiene intención de dimitir. ¿Qué hará usted si el PP le pide que lo releve? Javier Sánchez Simón me llamó esta semana para decirme que ponía su cargo a mi disposición. Le he dicho con claridad y rotundidad que iba a mantenerlo en el cargo. ¿Por qué? Porque es un ejercicio de responsabilidad. El Puerto de La Luz y Las Palmas ha tenido a lo largo de la historia más controversia entre los diferentes agentes que intervienen que las que son aconsejables para un instrumento tan potente para nuestra economía. Sánchez Simón ha sabido conciliar las diferentes posiciones y está haciendo un magnífico trabajo. Nadie entendería que lo cambiase. En su comparecencia para anunciar el Gobierno y en esta propia entrevista ha dicho varias veces que el nuevo gabinete es más capaz. ¿Significa eso que el anterior era incapaz? Más capaz en la defensa de los intereses de Canarias. Y lo es porque no estamos mediatizados, modulados por la acción de un partido que prioriza el interés de ese partido en Madrid a lo que necesita Canarias. ¿Asumir el área de Turismo no es un exceso de presidencialismo? El presidente manda, y manda mucho, pero ahora encima usted va a mandar sobre el sector que mueve la economía canaria. En su día desde Presidencia fraguamos el gran pacto por la calidad del sector, trabajamos el asunto de las tasas aéreas, que ha sido clave para mejorar la llegada de turistas... En todo eso he contado con una gran colaboración de la consejera Rita Martín y su equipo, que han trabajado lealmente. Pero quiero dar una señal al sector y a toda Canarias: el turismo no es una maría. No se le puede dar a turismo lo que sobra en otros departamentos. Si el turismo es el sector que dinamiza al resto y es la herramienta para mejorar el empleo, que es el objetivo básico de la acción del Gobierno, pues creo que tendremos más capacidad de coordinación con los distintos departamentos colocándolo en la Presidencia. Ha cambiado este Gobierno la misma semana que Zapatero lo ha hecho con el suyo. ¿Qué le parece el de Zapatero? Un Gobierno con gran capacidad política. ¿Ese Ejecutivo de Zapatero se entenderá mejor con su nuevo Gobierno? La interlocución yo siempre la he mantenido con Zapatero y ha sido fluida, igual que con el jefe de la oposición. Con todos los ministros mantengo buenas relaciones y soy amigo de Alfredo Pérez Rubalcaba desde que nos conocimos en 1996. No es que me llevara mal con la vicepresidenta Fernández de la Vega, pero sí he tenido más relación política con Rubalcaba.