«En el jazz lo importante es lo que pasa tras la melodía»
Muchos aficionados al jazz en las Islas conocen el nombre de Yul Ballesteros. Quizás porque el grancanario, formado en el Berklee College of Music, no solo se arriesga a grabar un nuevo trabajo discográfico, el tercero en solitario, sino porque también se «atreve» a probar cosas nuevas como escribir la letra de una de sus canciones.
Grabar un disco es necesario. Es la única forma de seguir creciendo. Los discos anteriores están ahí, pero para estar en el circuito de conciertos hay que tener nuevos trabajos», explica Yul Ballesteros en conversación telefónica. El músico grancanario no teme la crisis. Seguramente, como él mismo dice, porque «aunque la cosa está muy mal quizás, en el jazz no está tan mal porque siempre ha estado así. No vendemos millones de copias sino muchas menos y casi siempre las mismas. Yo no he conocido la época de las superventas», reconoce.
Ballesteros promociona su último trabajo discográfico, el tercero en solitario, Nine Tales From The Inner Space. Un registro en el que presenta una serie de temas en forma de cuento. «Tratan de cosas que me pasan. Cosas que he sentido o que se me ocurren, y cada uno de los temas forma una historia. No todas están dedicadas a personas, pero son las personas las que más me hacen expresar los sentimientos», confiesa Ballesteros.
El sello Ballesteros se nota en que, como los anteriores [Minor Things y 121 Park Brive], Nine Tales From The Inner Space se ha grabado en Nueva York. Y de nuevo con la compañía de Ari Hoenig, Aaron Parks, Orlando LeFleming, Josh Dion, Dick Oatts y Kike Perdomo. «Los músicos de este disco prácticamente son los mismos que en el anterior porque yo creo que no solo es contar con buenos músicos, sino que antes tienen que ser buenos amigos. Si tocas con gente con la que no tienes buena relación no sale bien. La amistad hace que entre nosotros, cuando estamos tocando, estemos hablando con los instrumentos, y hablar es más sencillo con los amigos».
Y es que, según Ballesteros, «el jazz es un estilo en que lo importante es lo que pasa después de las melodías. Éstas sirven para improvisar, de ellas sacamos ideas para interactuar. Por eso en el caso del jazz es importante una buena relación o comunicación. Paco de Lucía lo llamaba el duende».
La música, para Ballesteros, es «expresión», y aunque se decanta por «lo instrumental», que es lo que ha venido haciendo hasta ahora, en el nuevo disco se ha «atrevido» a incluir una de sus letras. «Para un músico es difícil expresarse con palabras, pero en este disco me atreví, por primera vez, a incluir una canción con letra, que también es mía. Soy músico de jazz, pero me gusta cualquier tipo de música y la música cantada es lo que oímos siempre. Tengo influencias de Sting, de Jamie Cullum... Escribir una letra me resultó interesante», confiesa, aunque no se animó a cantarla él mismo.
Piano. También, y por primera vez, Ballesteros ha incluido en sus composiciones un nuevo instrumento, el piano. «El anterior era más guitarrístico. En este el tipo de composición es parecido, pero al meter piano consigues abrir más la armonía», añade.
