'El Tritón' de La Laja ya tiene forma
Desde octubre, Manolo González extrae de grandes bloques de poliestireno la figura que dará la bienvenida a los que lleguen a la capital grancanaria por su entrada Sur. La escultura de nueve metros de alto, llamada Exordio, el tritón, sigue formándose en una nave industrial de la ciudad alimentada de horas de trabajo.
Dar forma a un gigante de nueve metros de alto es una tarea titánica. Por eso, el escultor Manolo González no está solo. Alba y Seni lo ayudan a moldear a este híbrido humano y marino que, con su caracola en mano, invitará a los ciudadanos a dirigirse hacia la excelencia.
La escultura de bronce deberá estar colocada en La Laja en el mes de abril. Por eso, González dedica largas jornadas desde las 8 de la mañana a las 5 de la tarde a esculpir los tres bloques de poliestireno de alta densidad en los que ya se puede apreciar la gestualidad y la grandiosidad de su proyecto. «Trabajamos sin tregua. Ya nos cansaremos cuando terminemos», asegura el escultor, que calcula que la pieza terminará de tomar forma dentro de unas tres semanas. Será entonces cuando la obra se traslade desde la nave del Cabildo que la ha visto nacer ubicada en el polígono industrial Díaz Casanova a la fundición Funcho, en Tenoya.
González se enfrenta a la obra por partes. De dos bloques de corcho blanco de 2,5 metros de alto ha creado las piernas escamadas del tritón, hasta la cintura. El torso y el cuello han surgido de un tercer bloque. Sus herramientas para moldear el cuerpo son un cuchillo jamonero y un cepillo de alambre. «El proceso es el mismo que se ha seguido históricamente en la escultura. Lo que cambian son los materiales», explica el creador, que confiesa que lo más difícil del modelado ha sido trabajar con esa escala. «Ya le he tengo cogida la medida», comenta respecto a la escultura de 9 metros que no podrá verse de una pieza dentro de la nave.
González reconoce que, tanto él como sus colaboradores, «están cansados como chuchos», pero que así debe ser porque «esto se hace sólo una vez y hay que ponerlo todo».
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