El tambor gomero y Efecto Pasillo, materias de estudio
Las investigaciones sobre la música canaria cuentan con un nuevo escaparate; las primeras Jornadas de Musicología y Etnomusicología de la ULPGC. Hasta el día 5 de julio, este encuentro reunirá a estudiosos en un espacio de reflexión centrado en la música y su relación con la sociedad.
«En Canarias hay una constancia de estudios musicológicos a lo largo del tiempo. La idea de las jornadas es aglutinar a un grupo de personas que han hecho investigaciones sobre la música en el Archipiélago», explica en conversación telefónica Dávide Payser que coordina, junto a Stefan Navarro y José Brito, esta iniciativa que reúne las investigaciones sobre músicas de diferentes estilos. Así, en el encuentro se pueden escuchar ponencias sobre ranchos de ánimas, los cantos de trabajo en Gran Canaria o los primeros grupos de rock de la Isla, sin eludir la música clásica. «Espero que el encuentro sirva para acercar líneas de investigación y de cara a que estos estudios se instalen o que los que tengan interés en alguno de estos aspectos sepa a quién acudir», apunta el licenciado en Musicología por la Universidad Autónoma de Barcelona.
De hecho, dice que hay grandes trabajos que apenas se han dado a conocer en Canarias, como el que realizó José Ángel López sobre el tambor gomero y la oralidad. «Su investigación se publicó en la revista Ethnomusicology, de la Universidad de Chicago, la publicación más prestigiosa del mundo en la materia», comenta.
Además, estos estudios también analizan la incidencia de la música en la sociedad. Así, Payser ha estudiado el fenómeno de la globalización en la música que se escucha en Canarias. Tanto en lo que se refiere a las músicas que han tenido repercusión fuera del Archipiélago y sus influencias, con casos similares al del grupo Efecto Pasillo, como la que nos llega de fuera. «Los fenómenos transnacionales obedecen a la mercantilización total de la música y presentan rasgos empobrecedores. Es música estándar y simple. Mercancías diseñadas para funcionar como caramelos», sostiene Payser, que también señala las ventajas de la globalización. «Hay una dicotomía, lo genuino y lo mercantil pueden llegar a todas partes», incluso las músicas de culturas en riesgo de desaparición.
Benjamín Domínguez, testigo del ‘big-bang’ del rock en Gran Canaria
La irrupción del rock en Gran Canaria es un fenómeno extraordinario. Así lo cree Benjamín Domínguez, que lo vivió en carne propia como integrante de Los Tipos y que lo ha documentado en el libro Historia del rock en Canarias 1961-1971. «Como en el resto del mundo, esa década fue la mejor de todas del rock», dice el estudioso que ha identificado a 70 bandas de aquella década en la Isla, en su mayoría, formadas por menores de 21 años. Según Domínguez, que ofreció su ponencia en el marco de las jornadas el martes 1 de julio, The Devils Rock rompió el hielo en 1961 con el primer concierto de rock en la Isla. The Rangers, de Arucas, o Los diabólicos, de Telde, también destacaron entre aquellos pioneros. Según relata, los jóvenes de entonces se miraban en la música anglosajona y se aferraron a esos ritmos para encontrar un espacio para la expansión y la libertad.