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El plurilingüismo del universo Tintín, 70 versiones de insultos esdrújulos

El plurilingüismo del universo Tintín, 70 versiones de insultos esdrújulos

EFE

Jueves, 1 de enero 1970

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La mayoría de los traductores de los improperios que profería el capitán Haddock, compañero de Tintín en muchas de sus aventuras, debieron hacer verdaderas virguerías para trasladar a sus idiomas aquellas palabras esdrújulas, o inventarlas directamente, un ejercicio que se ha hecho en más de 70 lenguas.

Este reto lingüístico es el eje de una de las exposiciones del Salón del Cómic de Barcelona, "Yo aún diría más. Las lenguas tintinescas", que muestra en diferentes paneles con mapas del mundo y portadas de distintos álbumes que señalan las lenguas en las que se ha publicado Tintín, el personaje creado por Hergé en 1930 y que vio su primera traducción, al portugués, en 1936.

A partir de ahí y de, paulatinamente, las historias del joven reportero del tupe, fueron entrando en otros mercados, primeros los del entorno europeo (castellano, catalán, gallego y vasco en el territorio español) y luego de otras latitudes, como el chino, el árabe, el turco, el hebreo, el bengalí e incluso alguna lengua clásica, como el latín, o el poco exitoso esperanto.

Con la exposición, producida por 1001 Associació Catalana de Tintinaires, sus promotores pretenden mostrar que la diversidad idiomática es uno de los valores que presiden "Las aventuras de Tintín" y que esa "diversidad deriva de la universalidad del personaje, ya que sus valores son universales".

Si las lenguas de Tintín son muchas, también son muchos los nombres con los que se conocen a algunos de sus principales personajes, que varían según la comunidad lingüística.

Así, la pareja de insoportables policías Dupond et Dupont, en el original, se pasaron a llamar Hernández y Fernández en castellano, vasco y gallego (en catalán, se mantuvo el francés), Schultze y Schulze en alemán, Thomson y Thompson en inglés o Tik y Tak en árabe, por citar sólo algunos.

Tampoco el atolondrado profesor Tornasol (Tryphon Tournesol, en la versión en francés) ha tenido el mismo nombre en las diferentes traducciones, al que se la ido cambiando el nombre de pila Silvestre o Arsenio (en castellano), o directamente bautizándolo de nuevo: profesor Cuthbert Calculus (inglés), Balduin Bienlein (alemán) o Trifone Girasole (italiano), todos de cierta resonancia científica.

Quizás por la sonoridad de sus nombres, Haddock y Tintín tuvieron la suerte de mantener el nombre original en estas traducciones (con alguna que otra excepción más localista), aunque, recuerdan los responsables de la exposición, que se podrá ver en el salón del cómic de Barcelona hasta el próximo domingo, que al joven reportero estuvo a punto de bautizársele en España con un cañi "Pepito".

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