El partido ante el Numancia, clave para Sergio Lobera
Efectivamente, hay debate en el club en torno a la figura de Sergio Lobera. Los últimos resultados y el apagón experimentado por la UD, con peaje clasificatorio añadido, han encendido las alarmas, hasta el punto de convertir la próxima jornada ante el Numancia en un examen en toda regla.
La dirigencia de la UD comparte, de manera unánime, la preocupación por el estado del equipo, cuyas señales están muy lejos de lo esperado. Hace semanas que el tono competitivo está bajo sospecha (incluso cuando se ganó en Riazor hubo comentarios críticos por parte de algún ejecutivo) y que la UD arranque febrero fuera de los puestos de promoción de ascenso no ha hecho más que inflar las incógnitas actuales. «Así no podemos seguir», reconoció a este periódico una fuente autorizada de la UD poco después del derrape en Ipurúa.
Miguel Ángel Ramírez, que desde el derbi ante el Tenerife no se desplaza a otros estadios, fue informado por Juanito, su asesor, de todo lo acontecido en Eibar y también compartió impresiones con otros miembros de la cúpula. El presidente reconoce que no le gusta lo que está viendo, prisma que es extensivo a toda la afición. Por la apuesta realizada este año, con fichajes de la talla de Valerón, Masoud, Aythami Artiles, Apoño, Aranda o Ángel López, desde luego que demanda otro panorama. Y en el horizonte aparece un partido ante el Numancia que cobra visos de final anticipada para el técnico, quien es consciente, pese a su buen ejercicio de disimulo, de estar en el alambre. Esta cita (sábado, 18.00 horas) va a ser clave en el futuro del técnico en la entidad. Porque una tercera derrota consecutiva, tras las precedentes ante Alavés (0-2) y Éibar (0-1), podría provocar su despido.
Ramírez ya ha demostrado paciencia y comprensión con Lobera en el año y medio que lleva en nómina de la entidad. Siempre que han venido curvas, que no han sido pocas las ocasiones, blindó al entrenador por encima del criterio de muchos de sus íntimos, que le aconsejaban lo contrario. Pero ahora entiende que este proyecto es reconducible si persisten los malos resultados y, con las conclusiones recabadas por parte de la dirección deportiva, no se cierra a medidas drásticas. El inmovilismo de Lobera en la toma de decisiones, así como algunos de sus planteamientos le ponen en la frontera a juicio de sus superiores. Y ya no es un rumor lo que puede venir de alargarse la mala racha. Es una certeza.
La expedición llegó anoche de madrugada tras una avería en el avión. Y hoy no arranca una semana cualquiera.
