El paraíso espera en Riazor

Los efectos del maravilloso galope de esta UD, que ha ganado cinco de sus últimos seis encuentros, ya se traducen en conquistas colosales. Porque lo de asegurar la plaza con tanta antelación es de aúpa. Y más considerando la naturaleza de un proyecto advenedizo y canterano, que durante mucho tiempo se movió entre precariedades. Con todo y más ha podido el equipo, lanzado desde su fútbol y atrevimiento a retar a la historia y superar adversidades, dudas y vértigos. Hoy aterriza en el campo del Deportivo presumiendo de armadura, con números estupendos y tocando ya la tierra prometida. Lo merece al calor de sus resultados y orgullo. Porque, en la mezcla exitosa, los goles comparten protagonismo con la convicción que rescataron a tiempo los futbolistas. Hubo un momento en que era hundirse o rebelión. Todos eligieron la vía de la dignidad, anteponiendo la lucha a la claudicación. A partir de ahí, se sucedieron los avances, con amagos tremendos, como lo de exigir hasta el final a Barcelona o Real Madrid, entre otros ejemplos lustrosos que iluminaron victorias en El Madrigal o Anoeta como cimas estimables.

No. No responde a casualidades el estado insuperable de Las Palmas, aunque el camino no esté del todo andando, como advierten sus protagonistas de manera conveniente. El margen de error no se confunde con la tolerancia al adversario. Y esta noche, pese a su naturaleza forastera, la UD quiere sentirse como en casa en Riazor. Lo único que va a necesitar es la pelota, su auténtico signo de distinción. Mucho y bien lo va a tener que hacer el Deportivo para negarle a los muchachos de Setién la posesión. Pocos han podido. Y a los que lo han intentado tampoco les alcanzó con pretenderlo. Con Viera, Tana, Momo o Roque en niveles excelentes, la cuestión hace indescifrable a la UD.

No hay complacencia y todos se preparan para la batalla. Del Deportivo se espera pierna, intensidad y coraje. Es un adversario bien armado y no está por la labor de venderse barato. Menos cuando tambien necesita algún paso más para evitarse prisas de última hora. Eso sí, en las comparativas resulta inevitable apostar por el amarillo. En realidad, la UD viene siendo favorita en sus cruces desde hace largo rato. Todo un indicio. La propuesta, como no podria ser de otra manera, vendrá con el continuismo. Los de siempre más Araujo, ausente Willian José por sanción. La presencia del argentino,al que rodean mil sospechas, la mayoría justificadas, debe añadir colmillo. Oportunidades de este calibre escasean y a Araujo se le han abierto los cielos sabiendo que, sumergido en su penitencia existencial, le van a dar bola. Tiene muchísimo que ganar y por ahí le ha pinchado Setién, como loco por recuperarlo para la causa. Le acompañarán todos y, desde el minuto uno, le buscarán. La UD es más que Araujo, pero su regreso al once, luego de tres meses de ausencia, que se dice pronto, se abre paso como noticia destacada. Hace menos de un año, el destino le reservó el gol estelar de la temporada del ascenso. Quién sabe si hoy, en un nuevo guiño para la hemeroteca, le tocará a él el descabello de la permanencia. Con ese pálpito saltará al césped. El resto aplicará el libreto conocido y habitual. Toque y criterio para desarmar cualquier oposición. Determinación para ir a por la victoria, el inconformismo como bandera.

Hay ganas demedir a la UD en un momento que puede ser culminante. Rival de cartel, plaza de prestigio, partido que cruza dos estilos de técnicos bien valorados y en fase ascendente. Pizarras cualificadas, en suma. Si decide el fútbol, lo normal es que los puntos se vengan de vuelta con la expedición. Pero habrá que sudar. Ya no quedan bailes de salón y menos cuando ya los partidos premian o penalizan. Nada de tibiezas. Demasiado ha costado llegar hasta aquí en una disposición tan privilegiada. El mensaje motiva tanto como tensa la musculatura. Desde las 19.30 horas se podrá comprobar.