El Granca perdona; Richotti decide
Con 39-56, y ya metidos de lleno en el tercer parcial, el guion del derbi que se esperaba, sobre el papel, se cumplía a rajatabla. Tanto, que muy pocos apostaban por la victoria del Iberostar Tenerife a esas alturas ante un Herbalife Gran Canaria que, por fin, había roto la igualdad. Pero entonces apareció Nicolás Richotti...
Lideró el escolta argentino la remontada aurinegra con un descaro y acierto sobresalientes. Pero también ayudó, y mucho, la desconexión de un Granca que cuando se quiso dar cuenta de que la victoria se le escapaba ya era demasiado tarde para arreglarlo.
Los claretianos perdonaron justo cuando tenían que rematar la faena, y el derbi se quedó esta vez en Tenerife rompiendo todas las estadísticas que daban favorito a un Herbalife superior en cuerpo, pero superado ayer en alma.
Igualdad inicial.
El Iberostar dio primero con los primeros puntos de Sikma (2-0). Al Gran Canaria le costó afinar la puntería mientras los laguneros imponían su condición de local y mejor puesta en escena (7-1). Pero pronto cambiaron las tornas. Con un parcial 0-6, el Herbalife se metió en un duelo de claro corte defensivo e igualado en sus primeros golpes (12-10).
Con las ideas ya más claras, el Granca, liderado por el acierto de Javier Beirán (8 puntos por entonces), tomó el mando en un duelo, sin embargo, más igualado de lo que se presumía (17-18 al término del primer cuarto).
El intercambio de canastas entre Hansbrough y Bivià marcó la vuelta a escena (21-25), y con la llegada de las rotaciones, el Granca ganó en frescura. Un 0-5 de parcial, con los primeros puntos de Oliver, despegó a los claretianos (21-30), pero Uriz, hasta ese momento inédito, acudió al rescate local para, con dos internadas, cortar el primer serio aviso grancanario (25-30).
Cuando el derbi entró en su fase más trabada, fue el Herbalife el que vio más claro el aro. A los mandos de la mejor versión de Oliver, los claretianos apretaron el acelerador lo justo para estirar el chicle e imponer definitivamente su teórica superioridad (25-37). Tras los dos primeros parciales, la lógica se imponía en el Santiago Martín con ventaja claretiana (33-41), en un derbi sin embargo muy vivo y animado desde la grada.
Tirón visitante.
El Granca metió la directa tras el paso por los vestuarios. Dos triples seguidos de Beirán y otro de Bellas marcaron el inicio de la segunda mitad (39-52).
Aunque Sikma intentó cortar la sangría claretiana, otra canasta de Báez, esta de dos, obligó a Alejandro Martínez a parar el encuentro (39-56 tras parcial 6-15). Eran los mejores minutos del Gran Canaria.
Pero lo que parecía un paseo visitante se quedó en nada. Un 7-0 de parcial volvió a meter a los laguneros en el derbi (48-56, a 2.6 para sellar el tercer cuarto). Había partido.
La mejoría lagunera sirvió para que el duelo entrara en los últimos diez minutos con marcador ajustado e inercia a favor de un cuadro local empeñado y dispuesto a ofrecer dura resistencia (53-60).
El Iberostar Tenerife se gustó entonces. Apretó en defensa y afinó en ataque para dejar el derbi en un pañuelo y optar seriamente a la victoria al amparo de una grada volcada con el esfuerzo de los suyos (62-64, a 7.54 para el final).
El balón quemó entonces. En uno y otro lado. Los puntos se sumaron a cuentagotas y los minutos se consumieron a base de poco acierto que mantenía la igualdad (62-66, con solo 3.37 por jugarse).
Y en estas apareció Richotti para, con un certero triple primero, y un 2+1 después, sellar la remontada parcial lagunera (70-68 con algo más de un minuto por disputarse).
Tomás Bellas, habituado ya a tirar del equipo en este tipo de situaciones límites, volvió a tomar la responsabilidad de igualar. Pero esta vez no acertó en su tiro, mientras Richotti, convertido ya en héroe, adornaba su particular show con dos puntos más que resolvían un derbi que tenía prácticamente ganado el Gran Canaria unos minutos antes. Justo hasta que el escolta argentino decidió que la victoria se quedaba en Tenerife (72-68).
