El Gobierno cataloga y tasa el legado de Dámaso
«Estoy temblón de la emoción», confesaba el artista Pepe Dámaso mientras estampaba su firma en el convenio que abre el proceso para donar su obra al Gobierno de Canarias y exponerla en ocho museos, uno en cada isla. «Es un proyecto ambicioso», reconocía el presidente del Ejecutivo, Fernando Clavijo.
«La vejez empieza cuando se pierde la curiosidad», decía José Saramago. Si eso es cierto, Pepe Dámaso (Agaete, 1933) tiene motivos para sentirse como un chiquillo. El artista está expectante. Desea ver cómo su legado artístico, donado al Gobierno autonómico, va acercándose a sus nuevos propietarios -el pueblo canario- a través de ocho museos radicados en cada una de las islas del Archipiélago. «No va a ser fácil. Espero estar vivo para poder criticar», confesaba ayer el pintor durante la firma del convenio por el que el Ejecutivo regional se compromete a tasar y catalogar las 6.000 obras donadas por el agaetense.
Dentro de un mes, Dámaso tendrá que despedirse de sus 3.000 pinturas y collages, 2.300 dibujos y 350 objetos, esculturas y maquetas que atesora en su casa de La Isleta. Será un momento difícil que será registrado por el cineasta Sigfrid Monleón, que podría incluir estas imágenes en el documental centrado en el artista. «Ver salir la obra de mi casa va a ser muy duro, pero estoy contento de que se estudie, se tase y se vea. Me siento protegido», comentó el artista que promete vigilar de cerca todo el proceso. De hecho, el convenio tiene una vigencia de seis meses.
Por su lado, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, no pudo precisar qué recursos se destinarán a la creación de estos museos que podrían abrirse en el plazo de dos años, una vez se acuerden los criterios museísticos y se recabe la colaboración de cabildos y ayuntamientos.
«Quiero que mi donación sea para las Islas Canarias. No para Gran Canaria o Agaete, que sería lo lógico. Quiero que sea para Canarias porque así empezó mi mundo. Soy un tipo astuto y controlado, y sé lo que es hablar del nacionalismo mal entendido. Lo local no está reñido con lo universal. Sé dónde estoy», comentó el artista, que aboga por la unión de los canarios para defender y amar «este territorio excepcional que estos días, cuando el mundo entero está nevado, estamos llenos de sol y alegría», subrayó el artista, que defendió la idea de promover el turismo cultural, aunque cree que, en general, el interés por este tipo de patrimonio está en franco retroceso. «Ahí tengo más miedo, porque la cultura está bastante desasistida y el humanismo desaparece, aunque para recordarlo estamos los pintores majaderos, los artistas, los comisarios, los críticos, la prensa y, luego, los políticos. Nuestra responsabilidad es hacer que el verdadero pueblo canario ame ese patrimonio», reflexionó el creador.
También abogó por eliminar los obstáculos que impiden a los creadores canarios mover su trabajo en igualdad de condiciones con el resto de los españoles. «Hice la primera exposición sin cuadros en Madrid en 1963. Las pinturas no llegaron», recordó Dámaso acerca de este problema perenne que ha sufrido de nuevo hace unos meses, con motivo de una exposición centrada en Ramón Llull que exhibió en Italia.
UN PROYECTO MUSEÍSTICO COMPLEJO.
Epistolario. El artista de Agaete también donará al Gobierno canario un amplio fondo documental que incluye las 800 cartas de la correspondencia que mantuvo con su gran amigo, el artista César Manrique. Unas epístolas donde, desde 1954, el lanzaroteño daba cuenta de sus proyectos, experiencias y encuentros con otros creadores en sus estancias en Madrid y Nueva York, por lo que constituyen un importante testimonio de la vida cultural española.
Inédito. «No hay ningún proyecto museístico que se ajuste a las características del de Pepe Dámaso», indicó el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, acerca de los ocho centros insulares que exhibirán su obra. Ese proyecto será elaborado por expertos en colaboración con el artista, que desea que el museo de Gran Canaria se radique en Agaete. «Me gustaría que el primero que se abriera fuera el de mi casa de Agaete», señaló el creador que, de momento, verá cómo sus obras abandonan su casa de La Isleta en dirección a una nave situada en la Avenida Primero de Mayo de la capital grancanaria.