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El día más hermoso de Tomás Bellas

El día más hermoso de Tomás Bellas

Con el del próximo domingo frente al Valencia Tomás Bellas habrá disputado 85 partidos en la Liga Endesa como jugador del Gran Canaria bajo la protección del Centro Insular de Deportes. Una cifra rotunda, cerrada, fundamentalmente porque no habrá más. Entre la multitud de recuerdos del capitán destaca un día concreto.

Lunes, 20 de julio 2020, 07:17

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Bellas cumple su quinta temporada como jugador de ACB. Todas ellas como militante claretiano. Hay muchas vivencias en el hoy referente del grupo de Pedro Martínez, pero pocos con la significación particular del que se vivió hace casi un año. El 7 de abril de 2013. El Gran Canaria derrotó al Estudiantes en el CID con una actuación superlativa del base, 31 puntos para 38 de valoración. Una exhibición por la que fue MVP de la jornada.

El director de juego claretiano, un hombre que siempre ha priorizado el mensaje colectivo por encima de los registros individuales, hace una concesión a la nostalgia: «En estos años ha habido muchos buenos momentos. Son cinco ya. Pero, sin duda, a nivel personal el que más destacó es el día en el que fui MVP. Fue muy emocionante escuchar a todo el pabellón corear mi nombre», indicó.

Bellas fue el factor diferencial de un encuentro que ganó el Gran Canaria (72-64) por ocho puntos de diferencia y que agarraba al equipo a los puestos que daban derecho a las eliminatorias por el título, donde llegó hasta las semifinales. La historia de Bellas con el Gran Canaria fue una apuesta mutua. Himar Ojeda, entonces director deportivo, se fijó en un jugador que contaba con el aval del excapitán insular David Brabender para sustituir al venerado Mario Fernández, que se había marchado al Joventut. Era una inexperto base en la élite, que militaba en el Cáceres de LEB. Si el ejecutivo arriesgó en su contratación, también apostó lo suyo el madrileño. Acudió al decreto 1006 para liberarse de sus ataduras contractuales, abonó gran parte de la compensación (una cuantía superior a los 40.000 euros) y se enroló en una nave en la que no ha dejado de crecer como profesional.

Una carrera en cuyos cimientos el Centro Insular ha tenido mucho que ver. «Me da mucha pena marcharme del pabellón en el que debuté, en el que he pasado cinco años y en el que he compartido vestuario con muchas personas. Pero también tengo mucha ilusión por ir a un nuevo pabellón que, a priori, es mejor. Todo es más grande, eso quiere decir que el club crece y eso es algo bueno para todos», remata.

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