El destino de los perdedores
Antonio Papell
Lunes, 10 de marzo 2008, 17:38
En el ámbito estatal, los derrotados del domingo han sido obviamente los líderes del PP y de Izquierda Unida, Rajoy y Llamazares respectivamente, aunque en grados muy distintos: Rajoy ha padecido una derrota honrosa y Llamazares se ha estrellado, simplemente y sin paliativos. Éste ha hecho lo único que cabía, anunciar su retirada, y Rajoy, de momento, tuvo una intervención críptica y emotiva en la noche electoral que fue considerada ambigua y que podría presagiar una renovación a medio plazo, probablemente pilotada por él mismo. Lo más curioso es que uno de los periódicos que han sostenido mediáticamente a Rajoy durante la pasada legislatura emprendió hoy un debate/encuesta sobre la conveniencia de que Rajoy siga o no al frente del PP, y los lectores de dicho rotativo, que deben ser supuestamente representativos de la clientela ‘popular’, han opinado masivamente -en un 72% frente a un 28%- que Rajoy debe marcharse. Es asombroso que sean los propios ‘ideólogos’ del PP los que maltraten de este modo a quien, a fin de cuentas, ha puesto toda la carne en el asador para tratar de llevar al PP a la victoria, aunque no lo haya conseguido.Zapatero, dispuesto a gobernar en solitario
El jefe del Gobierno y vencedor de las elecciones, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy en una primera rueda de prensa que la victoria del PSOE con 169 escaños supone una mayoría "suficiente, fuerte y sólida" para desarrollar sus proyectos y, pese a que es "pronto" para hablar de pactos, ha garantizado que dialogará con todas las fuerzas parlamentarias. El líder socialista, que presidió la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal, destacó sin embargo como uno de sus objetivos "fortalecer la capacidad de diálogo" para impulsar sus proyectos económicos o sociales y se ha mostrado convencido de que el nuevo arco parlamentario permite que haya varios grupos con los que se puede llegar a un entendimiento. Para ello, dijo, hablará con todos, primero para abordar su investidura, y posteriormente para analizar sus proyectos de legislatura. En este sentido, Zapatero anunció que entablará conversaciones con el principal partido de la oposición -como lo hizo, ha recordado, de manera reiterada en la legislatura anterior-, para abordar "los problemas institucionales pendientes y que necesitan ser resueltos cuanto antes". "Quien marcará la línea de oposición será el PP; nosotros hemos marcado una línea de gobierno y hemos acertado, porque hemos ganado con más votos y escaños", añadió, antes de apuntar que, en todo caso, a España le conviene "más diálogo y menos crispación, menos descalificaciones y más argumentos".No hay más mujeres en el Congreso
La Ley de Igualdad no ha logrado llevar más mujeres al Congreso de los Diputados. En concreto, ha restado una: en 2004 se sentaron en los escaños del hemiciclo 125 diputadas, mientras que en esta convocatoria sólo han sido 124 las elegidas. No llegan ni al 36%. Y es que las fuerzas políticas han respetado la letra de las norma pero no su espíritu: a pesar de que las listas electorales no permitían presentar menos de un 40% ni más de un 60% de ninguno de los dos sexos en cada tramo de cinco candidatos, el lugar que ocupaban en esas listas las mujeres no las beneficiaba en nada. Los partidos políticos se las ingeniaron para colocar a sus candidatas en puestos de difícil salida, de tal forma que el resultado se ha quedado como queda explicado. Además, en casi todas las listas las mujeres no pasaban del 40%, mientras que los hombres ocupaban el 60%. Esta práctica llevó a la secretaria de Políticas de Igualdad, Soledad Murillo, a protestar airadamente por el hecho de que los partidos "habían convertido en cuota" unos porcentajes que estaban pensados para equilibrar la presencia de hombres y mujeres en el Congreso. En el fondo, esta picaresca es la traducción política de lo que ocurre en la sociedad. Es penoso que cometan tal torpeza quienes deberían dar ejemplo.Triunfadora Rosa Díez
Uno de los elementos más sugerentes de los resultados electorales ha sido el buen papel desempeñado por UPyD de Rosa Díez: en apenas seis meses y prácticamente sin contar con recursos económicos significativos, además de haber conseguido su escaño por Madrid, ha logrado 300.000 votos en todo el Estado -más que el PNV en Euskadi- y una implantación homogénea del orden del 1%. Ello le augura una posibilidad de encabezar en el futuro un pequeño partido centrista como en su momento fue el CDS que podría ser decisivo como bisagra. En sus primeras declaraciones, la diputada electa ha manifestado que ahora se abre la expectativa de saber si el PSOE "va a seguir profundizando en la línea de división", que, dijo, ha realizado durante la pasada legislatura, o bien "va a trabajar por el reencuentro", como "anunció" ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "Desde luego, nosotros vamos a trabajar por el reencuentro", aseguró. "Defenderemos la España que se encuentra, no la España que está en los dos frentes y que se abronca permanentemente", señaló, antes de indicar que la Ley Electoral es "constitucional" pero "incumple el precepto básico de igualdad entre todos los españoles ante la ley". Llamazares también lanzó en la noche electoral la misma queja.