El derbi de las sensaciones opuestas
La segunda cita canaria de la temporada en la Liga Endesa se presenta entre sensaciones opuestas: mientras el Herbalife Gran Canaria se codea entre los puestos de Playoff al título, el Iberostar sumó su novena derrota seguida y coquetea con los puestos de descenso.
Que un derbi siempre es diferente a cualquier otro partido es una realidad. Que las inercias y sensaciones son muy diferentes, y por lo tanto rompe la igualdad, también.
La trayectoria claretiana avanza a golpe de récord. Con 16 victorias ya en su haber, tras 23 jornadas disputadas, el cuadro grancanario está inmerso en la lucha por alcanzar el Playoff al título, incluso como cabeza de serie, lugar que ocupa ahora mismo, a falta de 11 partidos para consumir la liga regular.
En la isla vecina las cosas no van todo lo bien que les gustaría. Tras una espectacular primera vuelta, donde los laguneros se clasificaron para disputar la Copa en Málaga, en la segunda todo han sido contratiempos para los de Alejandro Martínez.
Las continuas lesiones durante todo el curso han mermado sobremanera el potencial tinerfeño (Lampropoulos, Bivià, Heras, Gutiérrez, Rost, Blanco, Richotti), pero sobre todo la salida de Sekulic, pieza fundamental en su esquema hasta entonces, y el MVP de la ACB antes de tomar rumbo a Turquía para fichar por el Fernerbahçe.
Para colmo, la llegada de Papadopoulos, su sustituto, solo duró un partido (donde anotó 15 puntos y 4 rebotes en 17 minutos), obligado a rescindir su contrato por una lesión de rodilla.
Tras nueve derrotas consecutivas, el objetivo del Iberostar Tenerife ha dado un vuelco radical. Con 9 triunfos y 14 derrotas, a los laguneros (decimoterceros en la tabla) les separan solo tres victorias de la línea roja del descenso. Aunque en el grupo que prepara Pedro Martínez no quieren oír ni hablar de favoritismos, sus números, trayectoria y, sobre todo, mayor potencial lo señalan exactamente así en la que será una cita muy diferente a la vivida en el CID (79-61), donde ambos llegaban invictos.