El Corredera, el mito llega a la pantalla

Gustavo Socorro ultima en estos días el lanzamiento del docudrama El Corredera, una película de 90 minutos que recrea la vida y la muerte de Juan García Suárez, el último preso del franquismo ajusticiado en Canarias.

El investigador grancanario, autor del libro El Rubio, caso cerrado y director de la serie de TV del mismo título emitida por la Televisión Autonómica de Canarias en el verano pasado, proyecta presentar el documental en varios festivales de cine para después gestionar su emisión a través de alguna cadena de televisión de España.

La versión cinematográfica de El Corredera, basada en el libro que Socorro escribiera hace ahora diez años, repite el formato con el que ya logró el éxito en su investigación sobre Ángel Cabrera Batista: Documentos inéditos, revisiones fidedignas del sumario, entrevistas con personales de la época que vivieron directa o indirectamente el proceso y reconstrucciones de los pasajes más interesantes de la leyenda con actores en escenarios reales o mediante meritorias reconstrucciones.

Según cuenta el propio Socorro, Juan García Suárez, el Corredera, fue un hombre sencillo que nació en la ciudad de Telde a principios del siglo XX en el seno de una familia humilde. Las precarias condiciones económicas que se padecían en el Archipiélago en aquella época obligaron a Juan el nuestro, como fue bautizado por sus paisanos, a emplearse desde muy pequeño como jornalero para poder contribuir a la subsistencia familiar.

Desde muy joven se mostró vinculado a movimientos de izquierda y a la lucha obrera, llegando a integrarse en la Sociedad de Trabajadores de Telde. Al estallar el movimiento en 18 de julio de 1936, y tras verse involucrado en una manifestación contra los alzados que se saldó con la muerte de un vecino de Telde, Corredera se vio forzado a huir a los montes para evitar su captura.

Fue declarado prófugo, y su familia padeció los abusos de la Falange; consecuencia de tales desmanes y excesos fue la muerte de la más pequeña de sus hermanas. Juan García juró venganza y en noviembre de 1947 mató al carnicero Vicente Trujillo, al mando de una cuadrilla que había atemorizado a su familia durante las largas noches de la postguerra en Canarias.

Gestiones.

Comenzó entonces una afanosa búsqueda del homicida, que se vio obligado a huir nuevamente y a refugiarse en los montes. En el curso de su fuga fue acusado de matar a un agente de la policía local de Telde en un intercambio de disparos que tuvo lugar cuando una patrulla intentó capturar a Juan García y a su compañero de correrías, Francisco Casimiro Brito.

Tras casi 22 años prófugo de la Justicia, Juan García fue detenido en el monte de La Culata en mayo de 1958. Sometido a un proceso civil y a un Consejo de Guerra, acusado de un delito de rebelión militar por haber intentado atentar contra Franco en 1936, el Corredera fue condenado a la pena capital. Se inició entonces la lucha por la conmutación de la pena en las más altas instancias regionales, nacionales e incluso internacionales, al haber procurado el papa Juan XXIII mediar ante el general Franco. Todas las gestiones fueron inútiles, y Juan García fue ejecutado a garrote vil en la prisión de Barranco Seco el 19 de octubre de 1959.

Año y medio de rodaje, 100 actores.

El rodaje de El Corredera finaliza en estas semanas, tras meses de intenso trabajo. la producción ha contado con la coloración de relevantes instituciones de ámbito nacional e internacional. la cinta se ha filmado en localizaciones de Gran Canaria, Tenerife, Madrid, Sevilla, Barcelona o Londres. La producción ha recreado con gran fidelidad escenarios donde se desarrollaron los hitos en la peripecia vital del fugitivo, entre otros el Cuartel de San Francisco en el que se desarrollé el consejo de guerra contra Juan García, el Hospital San Martín en el que fue internado tras su detención o la prisión provincial de Barranco Seco donde fue ejecutado el reo. El rodaje se ha desarrollado a lo largo de 18 meses de intenso trabajo en Canarias, la península y Gran Bretaña, y acumula algo más de 133 horas de material bruto rodado, 15.000 kilómetros recorridos decenas de vestuarios de época confeccionados u un cásting con cerca de 400 candidatos para encarnar a los más de cien personajes que intervienen en las diferentes recreaciones dramáticas con la que se reconstruyen los hechos.