El Barça se estrella con Arnau, y el larguero
El Barça se estrelló en La Rosaleda con Arnau, y con el larguero, en que el minuto 93 evitó que el líder se llevase la victoria ante el colista y firme candidato a Segunda.
Colpisa
Sábado, 25 de marzo 2006, 21:27
0. Málaga: Arnau, Gámez, César Navas, Fernando Sanz, Antonio López (Nacho, min. 59), Gerardo, Bovio, Manu (Edgar, min. 84), Duda, Pablo Couñago (Hidalgo, min. 66) y Salva. 0. Barcelona: Valdés, Belletti, Oleguer, Rodri, Sylvinho, Motta, Gabri (Iniesta, min. 64), Van Bommel, Giuly (Ezquerro, min. 56), Larsson y Eto'o. Árbitro: Rodríguez Santiago (Castellano-leonés). Regular. Anuló a instancias de su juez de línea un gol a Eto'o en el minuto 38, cuando César Navas había cometido penalti. Tarjetas amarillas a Antonio López y Duda. Incidencias: Partido correspondiente a la 30¦ jornada de Liga. Estadio de La Rosaleda.
Al igual que ocurrió en el Camp Nou, el portero del Málaga fue el mejor de su equipo y esta vez propició que se consumase la sorpresa del empate, con la colaboración también del famoso Rafa Guerrero, que en la primera parte volvió a adoptar otra decisión polémica al anular un gol a Eto'o tras una mano de César Navas en el área local. Sin el reservado Ronaldinho, el Barcelona jugó un partido discreto y a medio gas en Málaga, pensando en el partido de 'Champions' del martes contra el Benfica, pero el punto será suficiente para sus intereses. Al Málaga, en cambio, seguramente no le servirá de nada. Sólo para presumir de que el futuro campeón de Liga no fue capaz de ganar en su campo, aunque tiene que dar las gracias a ese travesaño de última hora cuando Eto'o mandó un trallazo que iba destinado a romper la red.
Aunque Arnau ya sobresalió en el primer tiempo, el gran protagonista en ese periodo fue Rafa Guerrero. Anuló un gol a Eto'o, probablemente por falta de Larsson, o quizás por un presunto fuera de juego, aunque hubo una mano de César Navas en el área y puede que el asistente creyese que esa mano era azulgrana. El caso es que después de que Rodríguez Santiago concediese el gol fue a consultar a su línea y ante las protestas de los jugadores del Málaga el auxiliar ya tenía claro que el tanto no iba a subir al marcador. Fue una de las cuatro claras ocasiones que tuvo el Barcelona en una primera mitad en la que impuso su dominio, aunque le faltó profundidad y fútbol, con Deco e Iniesta en el banquillo. La distancia entre ambos equipos no pudo reflejarse en el marcador en la primera parte por la decisión de Rafa Guerrero, lafalta de puntería de Giuly, y sobre todo, por una parada milagrosa de Arnau, que a los 13 minutos sacó en la línea un cabezazo perfecto de Larsson. El sueco estuvo a punto de continuar con su racha goleadora, pero el ex guardameta azulgrana salvó al Málaga de un gol cantado cuando el Barcelona estaba más animado y tenía más ritmo y cercó en el arranque el área local. Después, al líder, que aflojó su intensidad, le costó más trabajo llegar ante la presión y mayor solidez defensiva del Málaga. El Málaga equilibró así el duelo, aunque en ataque los andaluces no tenían opciones, pese a que Manu dio un susto a Víctor Valdés antes de que Belletti taponase su peligroso remate a la media hora. Responde Arnau Volvió a responder Arnau al inicio de una segunda parte en la que Rijkaard parece que también quiso dar descanso a Giuly para el partido europeo del martes, aunque por su banda era por donde estaba llegando el mayor peligro azulgrana. Fue poco después de que el portero del Málaga realizase un paradón al francés y de que Larsson volviese a encontrarse con Arnau. Entonces le tocó aparecer a Ezquerro, aunque el navarro no pudo entrar mucho en juego hasta que salió Iniesta para suplir a un Gabri que no generó fútbol en el medio campo del Barcelona. Las mayores armas ofensivas del Barça seguían siendo Eto'o y Larsson, pero el equipo no tenía fluidez y los goleadores no participaban como su técnico hubiese deseado. En el bando contrario la situación atacante era muchísimo peor, con Salva negado ante el gol y continuas imprecisiones de los locales las escasas veces que se acercaban a Víctor Valdés y se disponían a dar el último pase. Aun así, la novedosa defensa, con el debutante Rodri junto a Oleguer, cumplió cuando fue necesario, ante un rival atenazado por la ansiedad de marcar goles y cometer numerosos fallos en ataque. En los últimos minutos, incluso Eto'o bajó para trabajar y recuperar cerca del área azulgrana, ya que aunque el Málaga no metía miedo, cualquier despiste podía dar origen a un susto. Y en el último minuto, con el Barcelona deseando acabar, Valdés evitó que un disparo envenenado de Duda acabase en la red. Para la prolongación quedó el palo que impidió el 0-1.