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El Auto de la Pasión se perpetúa

María José Pallarés

Sábado, 8 de abril 2017, 01:00

El casco de Agüimes recibió anoche la Semana Santa con una magistral puesta en escena por parte de 300 vecinos de la Pasión y Muerte de Jesús que en su 25 cumpleaños reflejó su afán por perpetuarse. Incorporó novedades en la escenificación y dos jóvenes en dirección dispuestos a recoger el testigo. Las calles del casco histórico entre el parque de los Moros, plaza de San Antón y la de Nuestra del Rosario de Agüimes volvieron a ser testigo anoche de la magistral puesta en escena de los vecinos del municipio que entre sus 5 y 60 años, dejaron de lado sus oficios de asistentes sociales, farmacéuticos, administrativos, ama de casa o enfermeros, para convertirse en actores amateur por una noche. Representaron magistralmente en las calles, abarrotadas de público venido de toda la isla y mucho turista, el Auto de la Pasión Muerte y Resurrección de Jesús ... y Dios hizo al hombre! del autor agüimense Orlando Hernández. Pero este año no todo fue igual. Se cumplieron los 25 años desde que el primer Jesús de Nazaret era crucificado en el último escenario, en la plaza del Rosario para llorar su muerte y aplaudir su resurrección. Así lo organizó la asociación La Salle en 1992 y anoche quiso celebrarlo con algo especial y nada mejor que mejorando pasadas ediciones dando más lustre a la iluminación y el sonido y variando pequeñas piezas en la escenificación, según relató el director de personajes de la obra, Luis González, director de personajes del Auto de la Pasión, al que considera que ya es patrimonio del municipio. Según el presidente de La Salle, Pablo Martín, las bodas de plata suponen un logro para esta asociación y con la intención de que "nunca muera y continúe saliendo adelante", se han incorporado dos nuevos jóvenes en la dirección escénica, Yonathan Méndez y Laura González, para que "aporten nuevas ideas, se involucren e inculquen este ya tradicional Auto de la Pasión en las siguientes generaciones". Así quedó patente anoche desde las 20.30 hasta casi las 23.00 horas. Arrancó como cada año en el parque de los Moros, donde se desarrolló la curación del ciego o la entrada triunfal en Jerusalén de Jesús, que este año volvió a interpretar el mismo vecino agüimense, Fernando Romero. Ya a lomos de un burro y con sus discípulos, la comitiva se dirige a la plaza de San Antón donde representan la última cena, la oración del huerto de los olivos, Jesús ante Caifás, la muerte de Judas, Jesús con Pilatos, Herodes, Barrabás y la carga de la cruz de Jesús, que camina junto a su madre y otras mujeres camino del calvario. González destacó el papel fundamental de la agrupación musical de La Salle, que aparece en este momento de la escena como guardia romana. Y ya en la plaza del Rosario el público se conmocionó con las caídas de Jesús, las mujeres y la madre de Jesús llorando cuando muere en la cruz. Después, el descendimiento su entierro y para finalizar, la resurrección. González destacó el trabajo y dedicación tanto de los 200 actores como de los 100 ayudantes y a La Salle por su dedicación.

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