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Defensa deja entrar a Telecinco donde prohibe la entrada a los arqueólogos

La emisión de la miniserie de temática militar Los Nuestros evidencia las contradicciones del Ministerio de Defensa en lo tocante al campo de tiro de Pájara. La plataforma vecinal La Costa denuncia que permitió la grabación en las zonas donde prohibió la entrada a los especialistas para revisar la Carta Arqueológica Insular.

Jueves, 1 de enero 1970

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En un campo de tiro de Pájara que simula el desierto de Mali y que en realidad atesora restos de la cultura de los majos, los actores Hugo Silva y Blanca Suárez protagonizan la miniserie Los Nuestros que ahora mismo se está emitiendo. La plataforma vecinal La Costa denuncia que el Ministerio de Defensa permitió a Telecinco la grabación de la primera ficción española sobre el Ejército en la zona militar donde prohibió reiteradamente la entrada a los arqueólogos para la revisión de la Carta Arqueológica Insular. En el campo de tiro, la Carta Arqueológica recoge varios lugares de importancia, entre ellos la cueva de Trequetefía, que ya Ramón F. Castañeyra cita a finales del siglo XIX, caracterizaba por estar horadada en la piedra blanca, por contar con cazoletas según algunos investigadores y por localizarse restos de enterramientos. La última imagen de la cueva data de 1986, precisamente cuando se redactó el citado documento.

Paintball real. Cuando los arqueólogos intentaron revisar esta carta insular hace unos tres años, el único lugar de Fuerteventura donde no pudieron entrar fue el campo de tiro de Pájara que ahora es uno de los escenarios de la miniserie de temática militar. «Primero, se les prohibió porque dijeron que había maniobras militares y luego de nuevo sin concretar razones», según La Costa.

Lejos ya del mundo de las series de televisión, también dejó entrar a botánicos y geólogos para la elaboración de un estudio sobre el medio ambiente natural del campo de tiro que publicó el propio Ministerio. Esa investigación, subraya el colectivo vecinal, adolece de una visión del estado de las zonas arqueológicas del campo militar.

Aunque la zona sea propiedad del Ejército desde hace 38 años, La Costa recuerda que «eso no le exime de proteger el patrimonio arqueológico que no sabemos si resiste las maniobras, ni tampoco se puede permitir un campo de paintball en otra conocida zona arqueológica».

Sin rastro del yacimiento de El Cantil. uando se redactó la Carta Arqueológica de Fuerteventura a mediados de los 80, el Cabildo ya evidenció la destrucción por los militares de otra zona arqueológica: El Cantil. En Trequetefía, La Costa habla de, además de la cueva, de una aldea de los majos formada por corrales de piedra.

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