Científicos escriben el pentagrama de las proteínas
Europa Press
Martes, 8 de noviembre 2016, 14:18
Un profesor de música y un investigador de biología química han desarrollado una técnica para transformar la estructura visual de las proteínas en melodías, un avance que permitirá en el futuro "escuchar el ADN", según se detalla en el estudio, publicado en la revista online 'Heliyon', de Elsevier. Así, la investigación muestra cómo la música puede ayudar a los científicos a analizar los datos utilizando el oído en lugar de la vista. Sus autores, Robert P. Bywater, del Francis Crick Institute (Reino Unido) y el doctor Jonathan Middleton, compositor y Profesor del Eastern Washington University, aseguran haber dado con la clave para que los científicos puedan identificar fácilmente anomalías en las proteínas. Los creadores de esta técnica se apoyaron en la "sonificación" de la estructura visual de las proteínas ya obtenida mediante técnicas modernas de microscopia. Descubrieron que los individuos son capaces de reconocer la relación entre melodías y elementos visuales de las proteínas: modelos, gráficos y tablas. Aparentemente, escuchar imágenes es más fácil de lo que se esperaba. Además, las melodías son agradables para el oído, lo que contribuye a que los científicos las escuchen más de una vez y analicen las proteínas repetidamente. Las 'sonificaciones' se crean utilizando una combinación entre composiciones musicales de Middleton y algoritmos, lo que permitirá que otros puedan utilizar métodos similares en sus análisis. El enfoque multidisciplinar --combina informática musical y bioinformática-- trae una nueva perspectiva a un problema biológico complejo. "Estamos convencidos de que los científicos terminarán escuchando los datos y extraerán información importante. El oído puede detectar más variaciones que la vista. Además, mientras los oídos hacen su trabajo, los ojos pueden centrarse en otras cuestiones", ha afirmado Middleton. Los autores de esta técnica están convencidos de que la "sonificación" de proteínas es sólo el primer paso y afirman que, en el futuro, se podrá ser capaz de escuchar el ADN, según informa Elsevier.