Castillo: "Lobera me dijo que quiere al Castillo del comienzo de la Liga"
Después de disputar 16 partidos, el lateral izquierdo vasco desapareció de las alineaciones de Las Palmas en 2014. Sergio Lobera no ha vuelto a contar con él desde la victoria en Huelva el 22 de diciembre, pero los problemas físicos de Dani Castellano pueden devolverle la titularidad
¿Cómo pasa del todo a la nada?
Son situaciones del fútbol. Yo me encontraba bastante bien, muy cómodo en el equipo, y de un día para otro perdí el puesto. Son decisiones del entrenador que tengo que respetar y trabajar duro para aprovechar la siguiente oportunidad.
Ni siquiera entraba en las convocatorias. ¿Qué conclusiones saca de su ostracismo?
He procurado no darle muchas vueltas en la cabeza porque son decisiones que se me escapan de las manos y me volvería loco. Nunca he vivido situaciones tan drásticas en otros equipos, por eso me sorprendió mucho desaparecer del equipo. A pesar de que físicamente pude bajar en algunos partidos, creo que estaba jugando bien cuando el entrenador me quitó la titularidad.
¿El entrenador, Sergio Lobera, ha llegado a explicárselo?
Habló conmigo y me dijo que quería al Castillo de las primeras jornadas de la temporada. Pero son fases del campeonato, lo importante es mantener un nivel de regularidad. Hay momentos en los que puedes subir más por la banda y en otros te cuesta más, pero yo me encontraba bien.
¿Solo lo achaca a una decisión táctica o cree que puede haber una medida disciplinaria?
Creo que solo ha sido una decisión técnica. No hay nada más.
Los problemas físicos de Dani Castellano le abren una puerta esta semana.
Espero que así sea. Aunque no es la forma que desearía, por la lesión de un compañero, espero poder jugar contra el Alcorcón. Si no fuese así me extrañaría mucho más. Estoy trabajando tan fuerte como siempre para ganarme el puesto.
También existe la posibilidad de que Ángel siga en la izquierda como sucedió ante el Sporting...
Pues hombre, me sorprendería. Pero qué le voy a hacer. Lo entendería, pero sería una situación difícil para mí. Ya es complicada para mí la suplencia, porque yo vine a Las Palmas buscando minutos y creo que cumplí cuando jugué, por lo que si se da esa situación ya sí que me plantearía cosas.
¿Esperaba tener más protagonismo en su regreso a la Isla?
Sabía que había competencia, que había dos laterales izquierdos más, y los inicios fueron complicados porque no entré en algunas convocatorias. Pero el técnico me dio la oportunidad y me asenté en el puesto rindiendo bien, por lo que no entendí mi salida.
¿En enero tuvo alguna oportunidad de salir? ¿Se lo planteó?
Hubo rumores, pero nadie se dirigió a mí. No me lo hubiese planteado a pesar de mi suplencia porque me encuentro muy bien aquí y el reto es muy bonito.
Debe ser frustrante no formar parte del mejor momento del curso.
Es complicado. El papel de los jugadores que no estamos jugando es difícil. Pero hay que llevarlo de la mejor manera posible y ayudar al equipo de otra manera. Lo importante es que el equipo está arriba.
Lo ha vivido en el vestuario, pero también como espectador. ¿Cómo explica la remontada?
El equipo no bajó los brazos en ningún momento, ni en la situación más delicada. La Segunda División es muy larga y todos los equipos tienen sus picos de juego. Nosotros tenemos la fortuna de que estamos en una dinámica positiva en el momento crucial del campeonato. Estamos a tiro de piedra del ascenso directo y tenemos que aprovecharlo.
El entrenador trata de frenar la euforia. ¿Qué se respira en el vestuario de Las Palmas?
El vestuario está tranquilo. Sabemos que fuera hace tres semanas se veía todo muy negro y que ahora ha cambiado la percepción de la realidad. Pero nosotros somos los de siempre y pensamos que aún no hemos hecho absolutamente nada. Tenemos que pelear hasta el final porque este año existe una gran oportunidad y podemos lograrlo.
¿Qué cálculos hace?
Nunca he sido de hacer cálculos. La Segunda División este año está muy rara. Todo puede pasar. No hay un equipo o dos que se escapen en la clasificación, por lo que tenemos que aprovecharlo.
Santo Domingo, a pesar de la difícil situación del Alcorcón, es una buena piedra de toque.
Es un campo muy complicado, que nos va mal para nuestra forma de juego, pero no es excusa. Habrá mucha pelea, será un choque de segundas jugadas, pero en la dinámica y la confianza en la que vamos, seguro que nos adaptaremos bien y tendremos nuestras opciones para ganar.
Firmó solo por un año. ¿La suplencia condiciona su futuro?
Aún no lo he pensado, el club no se ha dirigido a mí. Estoy encantado de estar en este equipo, pero según los minutos que juegue hasta el final veré lo que hago. Si ascendemos o no, o si el club está contento conmigo. Ahora no me preocupa mi futuro.
