Carla Suárez: "Mi objetivo es entrar en el top-ten y lo lograré"
Cerrado el calendario del año 2013, ¿qué balance hace de su trayectoria en estos últimos meses? ¿Satisfecha? Para mí ha sido un año bueno, pues conseguí una regularidad que otros años no he tenido. Lo importante es rendir en los torneos grandes y creo que he hecho buenos resultados, aunque hay que seguir mejorando y soy consciente de que hay puedo dar más. Hay muchas cosas que todavía se me escapan para poder estar a un buen nivel ante las mejores y dar ese saltito al ‘top-ten’. Haga una cronología de todo lo que le ha deparado en las pistas este 2013. Lo primero fue la gira australiana con tres torneos. Luego la Copa Federación, con una semana en febrero y otra en abril. En febrero no jugué pero sí en abril. España sigue en el Grupo Mundial que es algo importante. Posteriormente, Doha y Dubai, que ahí no me fue muy bien. Es algo que quiero mejorar en 2014. Llegó la gira americana, Indian Wells, ahí me medí a Sharapova, Miami y Acapulco, donde fui finalista. De ahí salté a la tierra. Estoril, Madrid, Roma, Roland Garros, en el que se me escaparon los cuartos de final tras tener un partido prácticamente ganado. Tras Roland Garros, hierba con Wimbledon, donde hice un buen torneo. El punto débil vino en América. En Asia, en Tokio perdí por dos match-ball, cosas que pasan, y en Pekín gané dos partidos. Finalmente, Linz y Moscú. En Austria, semifinales y en Moscú, segunda ronda. La gasolina ya casi ni alcanzaba. ¿Cuántos partidos totalizó con tantos torneos? No los he contado, pero hablamos de unos cincuenta o sesenta aproximadamente. Es la número diecisiete del mundo. ¿Una clasificación a la altura de sus expectativas? Mi objetivo era poner el uno delante y lo he conseguido. Ahora es uno de los pasos más importantes y más duros, el ‘top-ten’ pues las plazas son limitadas. Lo veo posible, más que nada porque hay jugadoras que están ahí con las que ya he jugado, con las que ya he ganado y he perdido. Pero compitiendo. Veo posible entrar aunque nada se vende barato.Lo conseguiré. Seleccione el mejor y el peor momento de todos los que le ha tocado vivir recientemente. El mejor momento creo que fue el partido ante Kerber en el US Open, el que me permitió pasar a cuartos de final. Jugué muy bien, el público estuvo espectacular y ella está en el ‘top -ten’. Fue una gran victoria. El peor momento... Algunas derrotas que me dolieron. La que sufrí ante Jankovic en China, por 6-0 y 6-0. Me dolió mucho. En boca de todos está su final del US Open ante Serena Williams. Fue un partido interesante, aunque está claro que es Serena con todo lo que significa eso. Jugué en la pista central ante la número uno, aunque el resultado no fue el mejor (6-0 y 6-0). Son experiencias de las que siempre aprendes. ¿Y qué lección le dejó aquel partido? Sobretodo que Serena es una más, indiscutible número uno, de acuerdo. Pero hay que aprender cómo entrar a la pista con ella, la forma de intentar hacerle daño y creo que poco más. Al fin y al cabo es un partido más y las cosas no cambian mucho. La experiencia es de jugar contra ella. ¿Cree que llegar hasta ahí le ha podido granjear más respeto por parte de todas las integrantes del circuito? No he notado nada diferente. El año es muy largo y siempre hay chicas que están en finales o semifinales y todas pasamos por eso. Se le siguen escapando los torneos. ¿Hasta qué punto puede obsesionarle quedarse siempre a las puertas? Es una espina que tengo clavada, era uno de mis objetivos, este año tampoco ha podido ser, hemos hecho finales, y falta por lograr eso. Pero espera que su momento llegue... Sí, sí, espero que sí. Sería poner la guinda al pastel en el último día de la semana, que es algo que todavía no he logrado. ¿En qué piensa que ha podido mejorar su tenis? Al principio del año estuve trabajando el hecho de ser más agresiva en la pista, de coger un metro dentro, y poquito a poco lo he ido integrando. Eso ayuda a coger la iniciativa del punto un poco mejor. Pero lo que quería mejorar era esa intensidad, esa agresividad. No es algo que tenga integrado al cien por cien, pero creo que es el camino para dar ese pasito adelante. ¿Es ahí donde más le incide su entrenador? También en el aspecto mental, pero el juego agresivo se consigue si mentalmente estás bien y fuerte y sí es algo que se insiste mucho. El tenis a día de hoy va enfocado en ese aspecto. Precisamente donde Serena Williams se eleva sobre el resto, ¿lo comparte? Sí. Tiene potencia, fuerza y con jugadoras pequeñas, como en mi caso, tiene una gran ventaja. Nosotras tenemos que estar fabricando el punto un poco más, no tenemos esa fortaleza, no tenemos tantos tiros gratis. Sí, ella está por encima del resto. ¿Y ahora? ¿Cuál es su hoja de ruta? Me queda una semana y media de descanso. Regreso a Barcelona y entreno lo que queda de noviembre y todo diciembre con vistas al año que viene. Los objetivos de 2014 son estar arriba, lo más arriba posible. Regularidad y constancia. Sus primeros compromisos en 2014... Dos torneos antes del Open de Australia, luego el Grand Slam de Australia. Siempre con la tensión de la alta competición, con la exigencia de resultados. ¿Hasta qué punto sigue disfrutando Carla Suárez del tenis? Al fin y al cabo es lo que me gusta. También es mi trabajo, a lo que me dedico. Pero en la pista disfruto, cuando gano y también cuando pierdo, porque muchas veces me vengo arriba pensando que le puedo dar la vuelta al resultado. Y a nivel personal, de avión en avión y media vida en los aeropuertos... Es algo a lo que te acostumbras. Cuando pasan los años, lo que más cuesta son las horas de espera en aeropuertos y las horas de avión. Pero el circuito es así, lo montaron de esa manera, y te tienes que acostumbrar. ¿Se hacen amistades en el tenis? Es difícil al ser un deporte individual y con tanta competencia. Con algunas me llevo mejor que con otras. Con las españolas tengo muy buen relación. Al final buscas ganar y compartes objetivos. Todas son rivales, por decirlo de una manera clara. Pero con David Marrero, su paisano, sí que hay trato... Sí. Tengo bastante relación. En los torneos que coindicimos, quedamos para comer y hablar. ¿Han tenido tiempo de jugar juntos, de retarse aunque sea de manera amistosa en la pista? La verdad es que no. Él está con lo suyo y los horarios son complicados. A ver si alguna vez podemos jugar un torneo mixto. Él estaría encantado y yo también. No se ha dado nunca, pero sería algo bonito. ¿Está informada de cómo evoluciona el tenis canario aunque pase poco tiempo al año en el Archipiélago? Tengo gente que da clases, son entrenadores, y les voy preguntando. He estado en El Cortijo en un torneo para niños, el Yellow Bowl, y la verdad es que es bueno tener este tipo de torneos para los niños, que pueden rivalizar con gente de fuera y medir su nivel con rivales que vienen de otras partes del mundo. Me parece una gran idea este proyecto y ojalá que pueda mantenerse mucho tiempo. Muchos deportistas canarios que hacen carrera fuera se han mostrado agradecidos al Cabildo de Gran Canaria por el apoyo que les brinda a través de la Consejería de Deportes. En su caso, ¿se siente profeta, como suele decirse, en su tierra? Me siento muy a gusto, la prensa hace todo lo posible para que las noticias salgan adelante. Por mis padres me hacen llegar felicitaciones. No tengo ningún problema y estoy a gusto. ¿Hasta cuando no la volveremos a ver por aquí? (Ríe) Ufff. Pues no lo sé. A corto plazo no vendré. Incluso en Navidad tengo compromisos y me quedaré por Barcelona, que es donde resido. Siempre que puedo que escapo por aquí porque me gusta ver a la familia y a los amigos... Pero esa pregunta, ahora, no tiene respuesta. Espero que sea lo más pronto posible porque la tierra siempre tira y a mí me encanta estar en Gran Canaria.
