Canaima recibe el Premio Librería Cultural 2016
La librería Canaima recibió este viernes, de manos de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros y del Ministerio de Cultura el Premio Librería Cultural 2016. Para Antonio Rivero, dueño de Canaima, supone «un reconocimiento a muchísimo esfuerzo personal» para que las actividades funcionen.
Entre enero y diciembre de 2016 la librería Canaima organizó 45 actividades en el local que la acoge y otras tantas fuera del recinto. Esta apretada agenda supone casi dos propuestas semanales al año ha tenido el «reconocimiento» de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros, Cegal, y del Ministerio de Cultura a través de la concesión del Premio Librería Cultural 2016. «Es un espaldarazo a nuestra labor, nos dicen que vale la pena seguir por ahí y poner en marcha algunas ideas que tenemos en el tintero», reconoció ayer Antonio Rivero, dueño de Canaima. La organización de estos proyectos no siempre conlleva que aumenten las ventas pero, en opinión de Rivero, sí hace que el nombre de la librería llegue a nuevos compradores potenciales. «No puedes saber exactamente por qué se compra, pero, lógicamente, hay actividades a las que viene gente que no nos conocía o nos conocía, pero no sabía que teníamos libros de cocina, por ejemplo y gracias a estas propuestas recorren toda la librería», explica Rivero. La presencia en la isla de Javier Pascual, subdirector General de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras españolas, Juancho Pons, presidente de Cegal y la periodista y miembro del jurado Karina Sainz Borgo, para hacer entrega ayer del premio ha sido aprovechada también para celebrar una reunión con el sector del libro en las Islas y exponer algunos de los problemas que le afectan. «Es una oportunidad, por un lado, para exponer la cantidad de herramientas que ha desarrollado Cegal para administrar las librerías , y es una forma de hacerlo llegar al gremio aquí en la provincia de Las Palmas, al tiempo que escuchar la problemática de cada uno», decía ayer, antes de la reunión, Antonio Rivero. A su juicio, y por su propia experiencia, uno de los problemas del sector en Canarias es «la lejanía. Si una librería tarda más de 24 horas en entregar un libro el público protesta en la Península. Aquí hay libros que tardan 10 o 12 días porque enviarlos por avión en inviable», dijo Rivero, que llamó la atención del problema acentuado en las islas no capitalinas por la doble insularidad.
LA ADUANA. Además, señaló Rivero, se mantiene el escollo de la tramitación aduanera tanto para entrar cuando el IGIC es cero y aún así exigen el DUA, como para salir.
