Autocrítica para la esperanza
La Unión Deportiva se lame las heridas pero mira al frente. La derrota en Lugo ha dolido, pero hoy se piensa únicamente en clave futura, con el Córdoba en el horizonte más inminente. Hay gestos de la plantilla que han convencido al cuerpo técnico de que la mejoría está asegurada por el compromiso.
El diálogo fue constante desde la tarde del sábado. En Girona se había disparado la euforia; los futbolistas demoraron su salida del vestuario mientras la música a gran volumen se escapa de sus paredes. En Lugo salieron con los rostros serios y el gesto torcido. Han pasado dos entrenamientos desde entonces, y en ambos han aparecido algunas cosas que al cuerpo técnico le han resultado concluyentes.
Sobre todo reluce la necesidad de competir de barrer todos para el mismo lado. Se denota de esta percepción que en el Anxo Carro alguno hizo las cosas por su cuenta, sin ajustarse a la propuesta que se había consumado desde las palabras de Sergio Lobera. Al parecer, los jugadores han reconocido ese hecho y han coincidido en que no se puede volver a repetir: «El Lugo es un gran equipo, que juega muy bien. Pero es que se lo pusimos muy fácil», comentan.
«Esta derrota nos sirve para poner los pies en la tierra», expresó Lobera cuando concluyó el encuentro en el feudo gallego. Ningún jugador se ha ofrecido a reprenderle públicamente ni a disentir sobre tal afirmación. Un signo con el que también se concede veracidad a lo que manifestó el preparador.
ALTAS. Con el debate sobre la dependencia sobre las prestaciones de Apoño abierto, el centrocampista malagueño acerca su regreso a los terrenos de juego tras su ausencia en Lugo por lesión. Tanto él como Carlos Aranda participaron ayer en la sesión de trabajo de Barranco Seco, a un ritmo que aproxima el concurso de ambos en el encuentro del próximo sábado ante el Córdoba (17.00 horas).
Momo, con molestias, no se ejercitó. Mientras que los lesionados Nauzet Alemán, Atouba, Hernán y Ángel López realizaron, al margen del colectivo, trabajo paralelo de recuperación.
El regreso de los lesionados sigue siendo, a estas alturas de la semana, una incógnita para Sergio Lobera.