Ana Belén recoge el Premio Málaga visiblemente emocionada

Visiblemente emocionada, la actriz, que se enjugaba las lágrimas con un pañuelo que guardaba en el escote de su vestido, aseguró desde el escenario del Teatro Cervantes que los premios "sirven para dar las gracias a todas las personas que se han cruzado en mi camino y me han ayudado a crecer". Aseguró que a lo largo de su carrera, con medio centenar de películas y una treintena de discos, ha seguido "casi todos los consejos" que le han dado, "otros no". Recordó cómo su primer director en el cine "no quería que me riera porque no le gustaban mis dientes", y cada vez que se le escapaba una sonrisa le gritaba "¡Nena, el pianito!" señalando su boca. Por el contrario, el siguiente director con el que trabajó -en este caso en el teatro-, Miguel Narros, le animó a que "aprovechara" su sonrisa y desde entonces "me lancé a reír", dijo Ana Belén, que recogió el Premio Málaga de manos del cineasta Gerardo Vera. Antes de subir al escenario la homenajeada, lo habían hecho algunos de sus amigos, los actores Juan Echanove, Imanol Arias, María Barranco y Cecilia Roth y el director José Luis García Sánchez, que elogiaron la trayectoria de Ana Belén, al igual que la presentadora de la gala, la actriz Pastora Vega. Echanove aseguró que Ana Belén "reúne dos cosas fundamentales en la vida, estética y ética", Imanol Arias subrayó que la actriz desmiente la teoría "de que la inteligencia no es buena para actuar" y Barranco admitió que en sus inicios profesionales "le ponía mala Ana Belén", porque la madre de la malagueña decía a ésta "que nunca le llegaría a la altura del zapato". En la gala se pudieron contemplar imágenes de algunas de sus películas, como "Zampo y yo" (1965), "El amor del capitán Brando" (1974), "Demonios en el jardín" y "La colmena" (1982), "La corte del faraón" (1985), "El vuelo de la paloma" (1989) o "La pasión turca" (1995), entre otras.

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