A juicio por intentar matar a un conocido en Schamann
Antonio F. de la Gándara
Lunes, 13 de octubre 2014, 01:00
La Audiencia sienta este martes en el banquillo a Alejandro Borja A.G., un vecino de Schamann acusado de intentar matar a un conocido a puñaladas en los carnavales de 2012, cuando el acusado tenía 20 años. Supuestamente, le clavó el arma en un ojo, en el abdomen y en el cuello. Se enfrenta a ocho años de cárcel. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas tiene previsto celebrar pasado mañana, martes, la vista oral del juicio que se sigue contra Alejandro Borja A.G:, un vecino del barrio capitalino de Schamann de 23 años en la actualidad acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa supuestamente consumado el 15 de febrero de 2012 en plenos carnavales, en la calle Mairucha del barrio galdosiano de la capital grancanaria. El Ministerio Fiscal considera probado que, sobre las 21.00 horas del 15 de febrero de 2012, el acusado, condenado tres meses antes pon un delito de lesiones, «quedó en los alrededores del colegio 29 de abril del barrio de Schamann de esta capital con E.M.S., con el fin de aclarar un problema que habían tenido durante los carnavales y pelearse por ello».
«Inesperado». Se encontraron en las escaleras que llegan a la calle Mairucha y comenzaron a bajarlas, relata el Ministerio Público, «pero a mitad de trayecto, de forma totalmente inesperada, el procesado sacó un cuchillo y con intención de acabar con la vida de E.M.S. se lo clavó en el ojo, para seguir dándole puñaladas en el abdomen y en el cuello, cuando ya estaba caído en el suelo, además de propinarle varios golpes en la cabeza». Como consecuencia del ataque, sigue el fiscal, la víctima sufrió una herida penetrante en la tráquea, otra en el abdomen y una tercera en el párpado. La cuchillada en el abdomen provocó al herido un neumomediastino torácico, y la inferida en el párpado llegó a la cavidad intracraneal y provocó entrada de aire en la base del cráneo y sangrado intrahemisférico anterior. Estuvo nueve días hospitalizado y 70 de baja, y actualmente tiene «grave perjuicio estético por cicatrices» y el párpado caído de forma crónica. Además de los ocho años de cárcel, el fiscal pide 7.880 euros de indemnización para la víctima y que se prohiba al acusado acercarse a la misma durante 12 años.