12.000 voces por un cambio
La indignación tomó con fuerza Las Palmas de Gran Canaria. Entre 10.000 y 12.000 personas se manifestaron ayer en una marcha pacífica y reivindicativa que unió, gracias a un mar humano, el Parque de San Telmo con la plaza Rafael O’Shanahan, delante de la sede de Presidencia del Gobierno.
El movimiento ciudadano y apolítico 15-M y Democracia Real Ya dio ayer un paso más en su lucha por cambiar un mundo marcado por la corrupción y el poder casi absoluto de los grandes poderes económicos, que genera una gran indignación a sus integrantes. Las Palmas de Gran Canaria se sumó con fuerza ayer a este clamor popular con una manifestación que congregó a cerca de 12.000 personas, que tomaron parte en una marcha que unió el Parque de San Telmo lugar en el que los integrantes del movimiento llevan semanas acampados con la plaza Rafael O’Shanahan, donde está la sede de presidencia del Gobierno de Canarias.
La indignación mezcló ayer, en una marcha que transcurrió durante hora y media, sin incidente alguno, a adolescentes, treinteañeros y jubilados, familias enteras con sus hijos en brazos y en carritos, obreros, universitarios, licenciados y parados. Todos a una, como en Fuenteovejuna, en busca de un mundo mejor, convencidos de que la unión del pueblo es capaz de derribar cualquier barrera.
Lemas como «el pueblo unido jamás será vencido», y el repetido eslogan de «lo llaman democracia y no lo es», fueron los más repetidos por unos indignados que partieron a las 18.15 horas del Parque de San Telmo de la capital grancanaria. Media hora antes, apenas superaban el millar. Pero de la nada, o de la esperanza que une a los integrantes de este movimiento, comenzó a llegar una riada humana que siguió a la comitiva que marcaba el paso y que sostenía en sus manos una pancarta en la que se leía: «No al pacto del euro. Europa para los ciudadanos, no para los mercados».
A medida que la manifestación avanzaba por la calle León y Castillo en dirección puerto, la cifra de participantes aumentó. Hasta tal punto que estaba la cabeza de la manifestación delante de la sede de Presidencia del Gobierno, mientras la cola de la misma aún se encontraba en la Plaza de la Feria.
«¡Impuestos a la banca ya!», «no es una crisis, es un robo», «Rubalcaba esto no se acaba», y «no hay pan para tanto chorizo», fueron alguno de los cánticos más recurrentes entre los participantes en la manifestación. Ya en la Plaza Rafael O’Shanahan, tomaron la palabra varios representantes del movimiento 15-M y algunos de los integrantes de las asambleas de pueblos y barrios.
«Aquí hay gente conservadora, progresista, creyente y no creyente. Gente que quiere acabar con la corrupción de la clase política y a la que la situación económica actual le hace mucho daño», aseguró en su intervención, micro en mano, Patricia Susial.
Esta integrante del movimiento y habitual en la acampada de San Telmo aseguró que «la democracia parte del pueblo, por lo que el gobierno de la misma debe de ser del pueblo». Apostó en su intervención, que se interrumpió en varias ocasiones por los aplausos de los manifestantes, por «facilitar la participación ciudadana» en los poderes políticos y fulminar la actual «partitocracia». Al final de su disertación, esta joven explicó que este movimiento lo integran personas «anónimas» y que entre todos van a conseguir «mover el mundo».
La concentración finalizó tras tomar la palabra los representantes de las asambleas que el movimiento 15-M ha puesto en marcha por distintos municipios de grancanaria y en los distintos barrios de la capital. Muchos de sus integrantes se desplazaron a pie hasta el comienzo de la manifestación, con caminatas que en algunos casos superaron las 13 horas, soportando el fuerte calor reinante, que no abandonó a los manifestantes hasta que al fin cayó la noche.
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